Esther Bejarano, una sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz que usó el poder de la música para combatir el antisemitismo y el racismo en la Alemania de posguerra, falleció el sábado a los 96 años.
Bejarano murió pacíficamente en la madrugada en el Hospital Judío en Hamburgo, reportó la agencia noticiosa alemana dpa, que citó a Helga Obens, miembro de la junta del Comité de Auschwitz en Alemania. No se reveló la causa del fallecimiento.
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El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Mass, elogió a Bejarano, a quien llamó “una voz importante en la lucha contra el racismo y el antisemitismo”.
Nacida en 1924 como hija del cantor judío Rudolf Loewy en la Saarluis ocupada por Francia, se mudó con su familia a Saabruecken, donde Bejarano disfrutó de una infancia protegida y llena de música hasta que los nazis llegaron al poder y la ciudad regresó a Alemania en 1935.
Sus padres y su hermana Ruth fueron deportados y asesinados posteriormente, mientras que Bejarano tuvo que realizar trabajos forzados antes de ser enviada a Auschwitz en 1943. Allí, fue miembro de la orquesta de niñas, tocando el acordeón cada vez que arribaban trenes llenos de judíos de toda Europa.
Bejarano dijo años después que la música la ayudó a sobrevivir en el notorio campo de concentración nazi en Polonia y durante los años tras el Holocausto.
“Tocábamos mientras teníamos lágrimas en los ojos”, recordó en una entrevista con The Associated Press en 2010. “Los recién llegados arribaban saludando y aplaudiéndonos, pero sabíamos que los iban a llevar directamente a las cámaras de gas”.
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Gracias a que su abuela era cristiana, Bejarano fue transferida más adelante al campo de concentración y sobrevivió una marcha de la muerte al final de la guerra.
Tras el fin de la guerra, Bejarano se mudó a Israel y se casó con Nissim Bejarano. La pareja tuvo dos hijos, Edna y Joram, antes de regresar a Alemania en 1960. Luego de encontrarse de nuevo con un antisemitismo abierto, Bejarano decidió dedicarse al activismo político y en 1986 cofundó el Comité de Auschwitz para darles a los sobrevivientes una plataforma para contar sus historias.
Recibió numerosos galardones, incluso la Orden al Mérito de Alemania, por su activismo contra los que llamó “los nazis viejos y nuevos”.
En una carta de condolencia, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier escribió que Bejarano “experimentó de primera mano lo que significa ser discriminado, perseguido y torturado”.