El miércoles en la noche, un grupo de efectivos de la policía de la ciudad de La Plata en Argentina se movilizó para capturar una peligrosa banda de ladrones de celulares.
Son delincuentes escurridizos, así que los efectivos de movieron rápido al lugar señalado como el escondite de estos ladrones de teléfonos.
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La señal del GPS de uno de los aparatos, lo ubicaba en una determinada dirección y la policía arremetió con la casa.
Realizaron un allanamiento. El domicilio tenía un perro así que los efectivos no encontraron nada mejor que lanzar gas pimienta para “anular” al can.
El dispositivo de la policía no era cualquiera, habían efectivos de Buenos Aires trabajando en esta investigación.
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¡Ups!
Una vez adentro, generaron el caos en la familia de casa y comenzaron el operativo de búsqueda de los celulares y de los delincuentes.
Pero no pasó mucho cuando los policías se dieron cuenta que algo estaba mal… No solo no había celulares ni delincuentes, sino que la casa allanada era la de un importante funcionario del subdirector del Registro Público de Controladores de Administración y Permanencia, que depende del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.