Representantes de diversos países del mundo iniciaron el lunes negociaciones sobre maneras de combatir el calentamiento global que involucrarán espinosos temas políticos, sin el beneficio de encuentros cara a cara debido a la pandemia del coronavirus.
La oficina climática de la ONU en Bonn, Alemania, elaboró un calendario de reuniones virtuales que se realizarán en la madrugada, en la tarde o tarde en la noche, dependiendo del huso horario de cada representante.
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“Esto no es ideal, para nada”, expresó Marianne Karlsen, titular de una de las dos organizaciones internacionales que patrocinan las sesiones. “Queríamos interacciones a un nivel más personal, pero no tenemos otra opción”.
Tosi Mpanu Mpanu, titular de la otra organización, indicó que si bien los participantes no podrán solidarizarse “con una amistosa palmada en el hombro … estaremos discutiendo temas sustanciales y realmente trataremos de lograr avances”.
“Es muy importante enviar el mensaje al mundo der que estamos decididos a hacer cumplir el Acuerdo de París y resolver esta disyuntiva del cambio climático, y que no tenemos nada que esconder”, añadió.
Negociaciones
Las negociaciones se enfocarán en resolver algunos de los temas pendientes del Acuerdo Climático de París del 2015, como las normas para el mercado internacional de carbón, los calendarios para reducir las emisiones de gases invernadero y la asistencia a países en desarrollo.
Los avances en estos temas determinarán el éxito de la próxima climática a celebrarse en Glasgow, Escocia, en noviembre. Sin embargo, debido a inquietudes sobre el formato, no se esperan decisiones concretas en las conversaciones virtuales que se extenderán hasta el 17 de junio.
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La cumbre de Glasgow será una prueba para los esfuerzos internacionales para frenar el calentamiento atmosférico antes de que llegue a niveles críticos.
Los países firmantes del acuerdo de París coincidieron en limitar el aumento en la temperatura mundial promedio a menos de 2 grados centígrados (3,6 grados Fahrenheit), y en lo posible a menos de 1,5 grados centígrados (2,7 Fahrenheit), para fines de este siglo, en comparación con la era preindustrial. Sin embargo, debido a que el aumento de la temperatura atmosférica está llegando a 1,2 grados centígrados (2,2 grados Fahrenheit), los científicos advierten que urgen medidas drásticas para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases en la atmósfera.
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