La representante por Acumulación del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Mariana Nogales, llegó vestida de negro al Capitolio para el Mensaje de Presupuesto ofrecido por el gobernador, Pedro Pierluisi.
En momentos previos a su inicio, Nogales compartió un mensaje en sus redes sociales en el que dijo estar de luto.
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“El presupuesto propuesto es el instrumento rector para ejecutar las necropolíticas. Hoy recibimos nuevamente un presupuesto diseñado a la medida de los acreedores de la deuda, diseñado a la medida de los mercados internacionales y sus exigencias prestatarias, diseñado a la medida del tesoro federal, de los grandes intereses y de la economía global que se fundamenta en el neoliberalismo descarnado”, escribió.
Nogales apuntó que “a esta hora”, es decir, a cerca de una hora del inicio del mensaje, aún no habían recibido el presupuesto propuesto por Pierluisi, lo que según dijo, les “impide analizarlo y compararlo con el presupuesto de la Junta”.
“Lo que sí sabemos es que su obsesión por el contrato de LUMA nos privará de $750 millones de nuestro presupuesto para dárselo a una compañía privatizadora, que mantendrá un presupuesto obsceno para la JCF, que estrangulará aun mas a la UPR, que seguirá recortando presupuesto para los servicios esenciales y que no protegerá los derechos de los pensionados”, agregó.
La representante condenó la falta de recursos para ASSMCA, la UPR y el DRNA, entre otros.
“Nosotros exigimos un presupuesto que garantice los servicios esenciales y los medios para desarrollar nuestros proyectos de vida individuales y colectivos”, continuó. “Por eso hay que auditar la deuda para impugnarla. Por eso tenemos que garantizar las condiciones de vida, salud, educación, trabajo, vivienda, alimentación, protección del medioambiente para continuar existiendo”.
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“Hoy escucharemos al policía bueno que en acuerdo con el policía malo impondrán un presupuesto para la muerte y no el presupuesto para la vida que necesitamos. Hoy el luto que observamos será la fuerza para arreciar las luchas, porque hoy, en este punto de inflexión decidimos si morimos o vivimos como personas y como archipiélago colectivo”, concluyó.
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