La situación en India es delicada. El país enfrenta una serie de circunstancias que han prendido las alarmas por el exponencial aumento de contagios y fallecimientos por el coronavirus, en una fuerte y letal segunda ola.
Tal vez lo que sucede en la nación asiática sea un claro ejemplo de que no se debe bajar la guardia en la incesante lucha contra el coronavirus.
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Y es que a pesar de que las vacunas para inmunizar a las personas del SARS-CoV-2 se encuentran disponibles en la mayoría de los países, las mutaciones y la segunda o tercera ola pueden ser peligrosas en estos días.
Desgarradora segunda ola en India
Es así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó al grado de describir la situación que enfrenta India por la pandemia del coronavirus como “más que desgarradora”.
No es para menos, pues lo que se vive en el país de Asia no había sucedido ni en la primera ola. La insuficiencia de oxígeno, unidades de terapia intensiva desbordadas y, lo peor, cuerpos quemados al aire libre, debido a que los crematorios ya no tienen capacidad para recibirlos, es algo para preocupar.
La pregunta que se hacen la mayoría de las personas, que desconocen la situación de India es la siguiente: ¿Por qué, después de haber controlado la primera ola con éxito, enfrenta ahora esta terrible situación?
La respuesta no es una, sino varias circunstancias que ponen a la nación en alerta roja.
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Varias circunstancias complican la crisis en India
Para empezar, expertos como Rayi Gupta, profesor de microbiología clínica en la Universidad de Cambridge, sostienen que la sobrepoblación en el país asiático, que cuenta con más de 300 millones de personas, funciona como una especie de “incubadora perfecta” para las mutaciones del coronavirus.
De hecho, en octubre del año pasado se detectó una nueva cepa conocida como B.1.16188, a la que algunos atribuyen la explosión de casos en abril
Sin embargo, los especialistas aún desconocen muchos datos sobre esta nueva mutación, incluyendo si es más contagiosa o mortal que la cepa original del coronavirus o las variantes británica o sudafricana.
Los análisis revelan que hasta ahora la mutación india comparte algunas características con las otras dos, de las que sí se sabe que son más contagiosas y resistentes frente a las vacunas contra el COVID-19, y que también se han detectado en el país asiático.
Pero esos sólo son un par de hechos que podrían afectar la grave condición actual de India.
Relajamiento y falta de medicinas
Otra explicación posible es el relajamiento de las medidas que se han dado en ese país, como sucede en otras regiones del mundo. Poco a poco las personas se olvidan o dejan de lado la mascarilla o el distanciamiento social, que ayudaron a controlar la primera ola del coronavirus en el país asiático.
Esta segunda ola comenzó a finales de febrero pasado, y ha golpeado con mucha más agresividad que la primera.
El año pasado, durante el pico de las cifras se manejaban hasta 93 mil casos día a día. Sin embargo, ahora se reportan cerca de 200 mil positivos diarios de coronavirus; lo peor es que en los últimos días la cifra ha superado los 300 mil.
Pero eso no es todo. La lentitud con la que se aplican las inyecciones y la falta de suministros médicos, desde oxígeno hasta medicinas, también han afectado a la población.
Además, faltan componentes químicos y los principales activos para la fabricación de medicamentos contra el COVID-19.
De acuerdo a los datos de la Universidad Johns Hopkins, India es el segundo país con más contagios, con 17.31 millones de positivos, sólo debajo de Estados Unidos. En el rubro de muertes se encuentra en cuarto lugar mundial, con cerca de 200 mil defunciones a causa de la pandemia.