Mientras persisten dudas sobre los mecanismos con los que cuentan las autoridades para hacer valer sus disposiciones, desde las 12:00 de la medianoche entró en vigor la orden administrativa del Departamento de Salud que impone una multa automática de $300 a todos los pasajeros que lleguen en vuelos a Puerto Rico sin evidencia de un resultado negativo en la prueba molecular de Covid-19.
El comienzo de la nueva política ocurre un día después de que Salud reportara la mayor cifra diaria de hospitalizados en lo que va de año y en una semana en que se ha generado preocupación por los posibles contagios a raíz de la asistencia de cientos de boricuas a eventos musicales que se celebraron en el estado de Florida en pasados días sin respetar las recomendaciones de distanciamiento físico.
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Aunque la Orden Administrativa 499 se emitió el 19 de abril, ayer el secretario designado de Salud, Carlos Mellado, no pudo disipar todas las dudas de los senadores que indagaron sobre la operacionalización del decreto durante su vista de confirmación.
“Estamos ante una emergencia mundial que todos conocemos, y aunque afortunadamente se está vacunando, se hacen las pruebas y se está educando a la población, tenemos un grave problema con los tres aeropuertos internacionales en Puerto Rico. Yo le agradezco su honestidad al admitir que el sistema no es perfecto. Pero eso no es suficiente. Hay millones de dólares asignados en fondos federales de Cares Act. Los recursos están, y el tiempo se acaba”, expresó la senadora popular Gretchen Hau en un comunicado de prensa tras la conclusión de la vista.
En síntesis, la orden administrativa mantiene la directriz de que cada pasajero presente el resultado negativo a una prueba realizada dentro de 72 horas antes de la llegada del vuelo, sin la cual debe permanecer en cuarentena durante su estadía, pero añade la imposición de la multa de $300, que únicamente se elimina si la persona se realiza la prueba molecular en 48 horas o menos.
Si el pasajero se realiza la prueba dentro del periodo otorgado, deberá cargarla digitalmente a su declaración de viajero, con lo que se borraría la multa de manera automática.
La directriz tendría particular impacto sobre las personas residentes que regresan a Puerto Rico, grupo en el que alrededor del 70% llega sin el resultado negativo, según los datos recopilados por Rafael Irizarry, profesor de bioestadística en la Universidad de Harvard.
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En el caso de visitantes, alrededor del 75% sí presenta su resultado al llegar a la isla.
“El sistema no es perfecto, pero estamos tratando de crear un disuasivo […] Hay unos mecanismos de poder gravar el crédito de una persona que no pague la multa. Eso es en caso de una persona que no viva en Puerto Rico. Dentro de las personas que viven en Puerto Rico sí hay un mecanismo por (el Departamento de) Hacienda y ellos nos están ayudando con esa parte técnica para ponerle garras. Pero entiendo que en un momento dado se va a necesitar legislación para que tengamos más poder de poder empoderar y reforzar a la oficina de investigaciones de Salud y a la Policía”, dijo ayer Mellado cuando se le preguntó por la capacidad de fiscalizar el cumplimiento.
La orden administrativa también contempla que si la persona arroja positivo a Covid-19 tenga que costear sus gastos médicos y la posible extensión de su estadía en el país, pues deberá permanecer en aislamiento hasta que el Departamento de Salud ordene lo contrario.
“Sé que ha sido bien complicado porque recuerden porque esto del Covid es nuevo. Pero sí había un interés del pueblo de Puerto Rico y de todo el mundo en que controláramos los aeropuertos. Y ya que no podemos cerrarlos porque no tenemos jurisdicción o tener una medida más restrictiva, dentro de esa misma plataforma que se llena si la persona no llenó la hoja de declaración, automáticamente le sale una forma de pago con tarjeta de crédito”, añadió el funcionario en la vista senatorial, donde igualmente reiteró que la ansiada inmunidad de rebaño contra el Covid-19 se espera para finales del verano, aunque sujeto al desarrollo de variantes con posible resistencia a las vacunas contra el virus.
Ayer, precisamente, Salud confirmó que en Puerto Rico se han detectado seis casos de la variante brasileña P.1, considerada una “variante de preocupación” debido a que reduce la efectividad de tratamientos contra el Covid-19 y de las vacunas disponibles.
Mientras tanto, casi 1.5 millones de personas, de acuerdo con la plataforma Tiberius, que manejan las autoridades federales, han recibido al menos la primera dosis de la vacuna en Puerto Rico, cerca del 55% de las 2.7 millones de personas de 16 años o más elegibles para inocularse en el país. Se considera que la inmunidad colectiva se alcanza cuando al menos el 70% de esa población está completamente inmunizada, es decir, que han pasado dos semanas desde que terminó el ciclo de vacunación.
Ayer, sin embargo, se observó la cantidad más alta de pacientes hospitalizados por Covid-19 desde las cifras récord del pasado diciembre, con 558, al tiempo que en abril se ha promediado casi seis muertes diarias, con la expectativa de que el dato incremente según se subsanan los habituales retrasos en los registros oficiales.
Los contagios nuevos confirmados, en tanto, se mantienen sobre los 600 diarios, luego de alcanzar 837 diarios en la semana que concluyó el 15 de abril. La tasa de positividad, en pasados días, ronda el 11%, una reducción respecto al 13.4% que se alcanzó en la segunda semana del mes.
Sadot Santana Miranda colaboró en este reportaje.