El Comité Amplio para la Búsqueda de la Equidad (CABE) rechazó categóricamente las enmiendas propuestas al Proyecto del Senado 184 por las senadoras Gretchen Hau, Migdalia González y Elizabeth Rosa del Partido Popular Democratico (PPD).
“Rechazamos rotundamente las enmiendas propuestas por las senadoras del Partido Popular Democrático. No tienen nada que ver con el propósito de la medida que es prohibir unas terapias que han sido catalogadas como maltrato y que han sido rechazadas, descartadas y prohibidas por innumerables organizaciones de la salud en Puerto Rico y a nivel internacional. Esas enmiendas contienen un lenguaje confuso que equipara las terapias de conversión con las de afirmación. Estamos hablando de cosas totalmente distintas porque las de conversión son tortura y las de afirmación son avaladas como prácticas basadas por la ciencia a nivel internacional. Esas enmiendas tienen un contenido transfóbico que nos preocupa enormemente y que parece responder a los deseos de un sector conservador fundamentalista que rechaza las personas trans y se empecina en negar cualquier oportunidad de acceder a sus derechos humanos”, aseveró la licenciada Amárilis Pagán Jiménez, portavoz de CABE y de Proyecto Matria.
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Portavoces de CABE indicaron que tratar de comparar las terapias de conversión que son maltrato y tortura con unas terapias de afirmación de la identidad de un ser humano, que tienen el aval de la ciencia y de los padres es un disparate de marca mayor y un atentado por descarillar la medida. “Nos sorprende la falta de reconocimiento al consenso social que se ha construido en torno al PS 184 y al apoyo de múltiples sectores sociales para que el mismo se apruebe sin enmiendas”, añadió Pagán.
“Esas enmiendas son contrarias a la ciencia. Pretender prohibir tratamientos avalados por el conocimiento y la investigación científica es dar la espalda a todo lo que se expresó por profesionales de la ciencia durante las vistas públicas”, dijo el licenciado Osvaldo Burgos Pérez, portavoz de CABE. “Invitamos a las senadoras a evaluar su postura. Nosotros en CABE estamos disponibles para reunirnos con ellas y hablar del tema”, añadió.
“Resulta insólito que ante el consenso que existe en la comunidad científica sobre las terapias de conversión se pretenda destruir un proyecto de ley mediante enmiendas que carecen del más mínimo rigor y cuyo único fin es complacer a sectores que han demostrado que no tienen reparos en maltratar a la niñez puertorriqueña escudándose en peligrosas interpretaciones religiosas”, añadió Burgos Pérez.
“Existen cerca de dos décadas de investigación que confirman que las terapias de conversión son un atentado contra la integridad del menor pues pretenden destruir el ego de quien las recibe. En cambio, las terapias afirmativas apoyan prácticas apropiadas para la edad de la persona que las recibirá y a tono con la etapa de desarrollo en la cual se encuentra. Apuestan a su desarrollo óptimo. En la mayor parte de los casos los procesos de afirmación previenen procesos de depresión, ansiedad e incluso ideación e intentos suicidas. Las terapias afirmativas para personas LGBTTIQ son avaladas por las más importantes organizaciones y asociaciones profesionales que incluyen: American Psychological Association, The National Center for LGBT Health Education, National Association of Social Workers, entre muchas otras” expresó la Dra. Carmen M. Vélez Vega, Catedrática de la Escuela Graduada de Salud Pública.
“No permitamos que estas enmiendas desvíen la discusión pública y legislativa de lo que debe ser el foco de atención: Prohibir las terapias de conversión. Al final, lo que las legisladoras tendrán que decidir es si apoyan la práctica violenta de las terapias o si apoyarán a las niñas, niños y jóvenes de este país que podrían ser víctimas de ellas”, concluyó Burgos.
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