Vecinos del área de Piñones se comunicaron con la redacción de Metro y El Calce para denunciar lo que entienden es otro atentado contra el ecosistema costero en Loíza.
Milagros Quiñones, residente de Piñones y activista de la corporación Piñones Se Integra, señaló que vecinos del área se dieron cuenta de que se realizaban trabajos en la zona del mangle con maquinaria pesada “que solo se puede ver yendo en bote”, en la costa de la Laguna Torrecilla, en una propiedad que ubica en un vía vecinal adscrita a la ruta 187, en el sector Torrecilla Baja.
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Se presume que es ilegal al ser en zona marítimo terrestre, aunque aún no se ha podido confirmar si existe permisos para dicha actividad.
Imágenes suministradas:
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Una toma satelital vía Google Maps muestra cómo estaba la zona antes de que la maquinaria realizara el trabajo en la zona.
Ante la confusión, Quiñones indicó que “llamé a la oficina del Cuerpo de Vigilantes [adscrita al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales] en Piñones y el teléfono esta dañado”.
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“Llamé entonces a la Comandancia del Cuerpo de Vigilantes en San Juan y, tras varios intentos, conseguí alguien allí que me indicó que sabían de la situación, pero que no habían podido enviar a nadie por carencia de personal”, destacó Quiñones, indicando que “el oficial que me atendió se identificó como el agente Santiago, con placa 1320.”
La propiedad ubica cerca de un hotel de la zona, el Tarpon’s Nest Lodge, pero no pertenece al mismo y es un suceso completamente enajenado a la hospedería, según confirmó personal que trabajó en el hotel, el cual ya lleva más de un año cerrado y, según se indicó, fue vendido. De hecho, el número del hotel, como tal, salió desconectado, confirmando que la hostería no está en función ya. Se desconoce aún quiénes son los dueños de esta propiedad en la que se ve una maquinaria en zona marítimo-terrestre.
Juan Pablo Vizcaíno, vecino de la zona y uno de los encargados del proyecto El Ancón, que busca reconstruir lo que una vez fue uno de los espacios de recreación más activos de este pueblo, aledaño a las cuencas de desemboque del Río Grande de Loíza, se mostró preocupado con la situación.
“Es otro incidente más que vemos durante estas semanas. La situación ambiental en Loíza es una que tiene a muchos y muchas en tensión”, puntualizó.