Una mujer de un suburbio de Detroit infectada con coronavirus dio a luz a finales del año pasado, y semanas después se sometió a un doble trasplante de pulmón para salvar su vida, dijeron médicos el miércoles.
Dos meses después del trasplante, Jackie Dennis, maestra en New Boston, dice que se encuentra bien. Ella y el equipo médico del grupo Henry Ford Health System compartieron su impresionante historia, con la pequeña Mia Rose, de cuatro meses, en sus brazos.
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“De hecho me siento bastante normal”, dijo Dennis, de 31 años. “Hay cosas que aún son un poco difíciles, quizás dar demasiados pasos, subir y bajas las escaleras. Pero en general puedo hacer casi todo lo que quiero”.
Dennis tenía 36 semanas de embarazo el 20 de noviembre cuando acudió a la sala de emergencias con tos, dolor de cabeza y dificultad para respirar. Dio positivo al nuevo coronavirus y fue internada.
Los médicos decidieron inducir el parto una semana después y nació Mia. Dennis desarrolló neumonía y sus pulmones se deterioraron a tal punto que tuvo que ser conectada a un respirador artificial. Subsiguientemente fue colocada en otra máquina especial de respiración, pero sus pulmones no estaban mejorando.
“Realmente no hay palabras para describirlo, ¿cierto?”, dijo el esposo de Dennis, Ricky. “Tu esposa está peleando por su vida y tienes una recién nacida en casa. Fue duro”.
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Un trasplante pulmonar doble fue realizado el 16 de enero.
“Sus pulmones fueron totalmente destruidos por la respuesta inflamatoria al virus, y sin trasplante no habría podido vivir”, dijo la doctora Lisa Allenspach, directora médica del programa de trasplante pulmonar en el Henry Ford de Detroit.
La doctora dijo que el número de trasplantes de pulmón relacionados con el COVID-19 en Estados Unidos es bajo.
“Esperamos que ella pueda volver a trabajar, a hacer las cosas que quiere hacer… La supervivencia a largo plazo es muy, muy posible y probable”, dijo Allenspach.