Sobran mascarillas y alcohol, pero no hay separadores de acrílico en ninguna, y en 31 por ciento de las escuelas encuestadas que se espera que reciban estudiantes a partir de este próximo miércoles, según había anunciado el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia, no se había completado la limpieza y desinfección de áreas.
Una muestra de 53 de las 114 escuelas en la lista del DE para recibir estudiantes a partir del 10 de marzo reflejó que 27 por ciento todavía no tenía su plantilla de maestros completa, 22 por ciento no contaba con psicólogos escolares y 20 por ciento esperaba por conserjes. Los resultados surgen de un sondeo que realizó el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), desde el pasado miércoles hasta este lunes, entre los directores de las escuelas identificadas para comenzar el modelo híbrido de enseñanza.
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A dos meses de que termine el año escolar, el intento del Gobierno por reiniciar las clases en el sistema público, sólo cuatro de las 115 escuelas que se pretendía abrir tienen una certificación final de un epidemiólogo y 59 tienen una autocertificación preliminar, lo que en realidad representa un 5 por ciento del universo de escuelas del Departamento de Educación.
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El proceso de reapertura pone al descubierto las deficiencias históricas que enfrentan los estudiantes en el inicio de clases, a las que se suman los requisitos establecidos en el protocolo del Departamento de Salud para la prevención del COVID-19, que apenas se circuló a los directores escolares hace dos semanas. En este caso, la falta de planificación del DE y la ausencia de consulta a los directores y maestros sobre cuáles planteles estaban en mejores condiciones para reabrir han llevado a forzar aperturas que no contemplan el historial de cada escuela.
Por ejemplo, la Escuela Manuel Elzaburu y Vizcarrondo en la Península de Cantera lleva más de seis meses esperando por la reparación de un tubo de agua potable. Aunque esta escuela Montessori no aparece en la lista divulgada por el DE a finales de febrero para comenzar en la primera fase del modelo híbrido de enseñanza, su director, José De Jesús, inició los preparativos para el regreso a clases en su plantel y todo el personal se encuentra tomando los talleres requeridos por el Departamento de Salud.
“Vino la Secretaria [designada, Elba Aponte Santos,] hace dos semanas, lo vieron [y dijeron] ‘no se preocupe míster que lo van a arreglar’ y todavía está así. Por ese tubo no hay presión de agua en los baños y así no se puede comenzar. Materiales de desinfección, estaciones de temperaturas, rotulación, ya todo lo demás lo tengo hecho. Hay cientos de escuelas que no pueden abrir esperando reparaciones; aquí se destacó la falta de mantenimiento por los pasados años”. – José De Jesús, director Escuela Manuel Elzaburu y Vizcarrondo, San Juan.
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Según la Secretaria designada, la selección de las escuelas que recibirán estudiantes próximamente tomó en cuenta criterios de seguridad y de la planta física así como las recomendaciones de los superintendentes regionales.
“Un comité que se formó desde nivel central visitó todas las escuelas con una plantilla para asegurar que hubiera inventario de materiales, equipo de seguridad, termómetros, enfermeras y demás componentes necesarios para la apertura. También, la capacitación y registro de estas escuelas en el BioPortal del Departamento de Salud ha sido fundamental para permitir la apertura. Cada una de estas tiene que tener su certificación preliminar y, posteriormente, la certificación final”, dijo Aponte Santos.
Los epidemiólogos que harán las certificaciones finales de las escuelas serían los que desarrollan el rastreo de contactos en los municipios o personal del Departamento de Salud. Pero muchos están a la espera de que se les convoque a certificar.
Carmen Ortiz, epidemióloga del Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC) del Municipio de Humacao, es una de las que está en espera. “Hasta el momento, solamente he recibido dos referidos de Salud para visitar. Son dos colegios privados. Escuelas públicas, hasta el momento, no. Estamos a la espera de que reciban sus precertificaciones para hacer la visita conforme al referido que me haga el Departamento de Salud a nivel central. Probablemente, no [pueda abrir ninguna escuela pública en Humacao el 10 de marzo]. Esa fecha es para que vayan preparándose en vías de que a partir de ahí puedan trabajar con el objetivo de abrir [las escuelas] y operar de forma híbrida”.
Por su parte, Roxana Soto Abreu, epidemióloga del SMICRC del Municipio de Yabucoa, también está en compás de espera. “En las listas que se publicaron había tres escuelas de Yabucoa. Nos hemos comunicado con las escuelas. Todavía no he recibido ninguna comunicación del Departamento de Salud para evaluarlas. Salud me indicó que avisarán cuándo puedo ir a evaluarlas. No he evaluado ninguna todavía para la certificación final. Hay muchas limitaciones. Se les está pidiendo mucho a las escuelas y es un proceso nuevo para ellos, por eso estamos dándole el mayor apoyo posible. No sé si para el 10 de marzo las escuelas puedan estar listas”.
La confusión entre los directores sobre cuáles son las instrucciones a seguir es generalizada, constató el CPI. Varios de los directores consultados indicaron que no habían iniciado el proceso de certificación preliminar porque su personal no se había vacunado en su totalidad. Sin embargo, la vacunación no es un requisito para abrir las escuelas, por lo que esto no representa un impedimento para solicitar la certificación preliminar.
Una directora dijo que entiende que no debe someter la precertificación para abrir hasta que la epidemióloga del municipio certifique su escuela y otra mencionó que para la fecha pautada en su escuela estarán llevando a cabo trabajos de mitigación pendientes desde el huracán María.
Dispensadores de desinfectante de manos dañados en muchas de las escuelas públicas preocuparon el lunes a la epidemióloga del SMICRC del Municipio de Dorado, Josheili Llavona. “Hay una diferencia bien marcada en la preparación de escuelas públicas versus privadas. Es notable cómo gran parte de la carga la han tenido que manejar los directores y los maestros, sin recursos, haciendo grandes sacrificios, como de costumbre. Y eso atrasa los procesos”, dijo al CPI la científica, quien está en continua comunicación con los planteles de su municipio.
“Hablando con la epidemióloga, esperamos que ella visite para certificar lo que hemos hecho y entonces nosotros someter la precertificación. Entiendo que no debo someterla hasta que una persona de Salud vea que lo que hice es lo correcto. Ella viene el jueves [11 de marzo]. Si no cambia el mapa nuevamente, tenemos a los estudiantes el otro lunes de arriba [15 de marzo]”. – Ángela Serrano, directora Escuela Domingo Aponte Collazo de Lares.
“Entiendo que no vamos a abrir porque van a estar trabajando la mitigación de los techos. Posiblemente comienzan entre viernes [5 de marzo] o el sábado. También otra compañía estará trabajando con la eliminación de hongos de todas las oficinas y salones de la escuela. No podemos abrir en la fase 1 en lo que estas compañías terminan sus trabajos. La filtración en los techos es crítica, desde antes y después de María”. – Aida Santiago, directora Escuela del Siglo XXI Manuel Monserrate Martínez de Santa Isabel.
De los 40 millones de dólares que la Junta de Control Fiscal autorizó para la compra de alfombras o cabinas desinfectantes, ningún director consultado por el CPI supo dar cuenta. Tampoco recibieron información del DE sobre cuándo se instalarán divisores acrílicos en ciertas áreas o salones, como recomienda el protocolo del Departamento de Salud. Casi todos confirmaron que recibieron mascarillas o alcohol para desinfectar las manos.
“Para los estudiantes, por el momento, disponemos de mascarillas de tela porque fueron las que nos dio el Departamento de Educación. Sin embargo, se acordó con el alcalde de Bayamón que nos va a proveer las quirúrgicas al igual que otros fondos propios”. – Iván Burgos, director Escuela Juan Ramón Jiménez de Bayamón.
“El Departamento de Educación nos dio las de tela para los estudiantes. Se supone que nos lleguen las correctas (quirúrgicas), aún las estamos esperando”. – Awilda Cruz, directora Escuela Violanta Jiménez de Toa Alta.
“Aún falta una maestra para kinder y más mascarillas porque sólo habían enviado para maestros”. – Eddie Feliciano, director Escuela Áurea Fuentes Méndez de San Sebastián.
En la Escuela James Garfield de Cabo Rojo falta una maestra de inglés, en la Escuela Rafael Hernández de Vega Alta falta un maestro de Bellas Artes, mientras la Escuela Áurea Fuentes Méndez de San Sebastián necesita una maestra de kinder, y en la Segunda Unidad Alfredo Dorrington de Hormigueros necesitan asistentes para estudiantes de educación especial. En la Escuela Adalberto Sánchez Morales de Arroyo falta un psicólogo y un asistente de educación especial.
La conexión de internet en el 43 por ciento de los planteles encuestados no llega a todos los salones, lo cual supondrá un reto si los maestros fueran a impartir sus clases virtuales para los alumnos que no participen del modelo híbrido.
Todas las escuelas contactadas tienen servicio de internet, pero limitado a la oficina del director o ciertas áreas. El Departamento lleva a cabo dos procesos para expandir la cobertura: instalación de cablería y de 70 mil antenas wifi que provean señal en todas las estructuras de los planteles. El primer proceso se completó pero el segundo fue retrasado en los tribunales luego que la compañía de telecomunicaciones Claro impugnara la subasta otorgada a IBM.
“Se supone que tengamos internet para toda la escuela, pero aún no se ha puesto en práctica [con todos los maestros conectados]”. – María Bonano, directora Escuela Prisco Fuentes de Carolina.
“Todos los salones están cableados para internet pero no han puesto las antenas para que finalmente funcione por wifi”. – Miriam Pérez, directora Escuela Manuel González Melo de Rincón.
“Este viernes se supone que instalen las antenas para que el internet llegue a toda la escuela”. – Armando Rivera, director Escuela Imbery de Barceloneta.
“El internet es horrible, a la mitad de la escuela o un poco más, no llega. Se supone que en diciembre vinieran a cablear para aumentar [el alcance de] el internet, pero no llegaron”. – Aida Santiago, directora Escuela Manuel Monserrate Martínez de Santa Isabel.
“Teníamos la fibra óptica desde diciembre y el lunes pusieron 22 antenas; ayer subió el internet en toda la escuela”. – Yanira Ramos, directora Escuela Homero Rivera Solá de Aguadilla.
“Algunas maestras están viniendo aquí a dar las clases desde el salón porque ya tenemos el internet de fibra óptica. Esa es otra, hay escuelas que no pueden abrir porque no tienen internet en toda la escuela y no puedes hacer el modelo híbrido de educación así”. – José De Jesús, director Escuela Manuel Elzaburu y Vizcarrondo, San Juan.
No se han atendido los problemas estructurales en varias escuelas
Todos los directores consultados por el CPI afirmaron que la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) o la Oficina para el Mantenimiento de Escuelas Públicas (OMEP) dieron mantenimiento a los patios. Mientras, en el 67 por ciento de las escuelas incluidas en la muestra se realizaron labores de pintura.
Sin embargo, a más de un año de los temblores que afectaron el área sur, la secretaria auxiliar de Asuntos Legales del DE, Yaitza Maldonado, confirmó el 23 de febrero ante una comisión del Senado, que todavía no hay un plan para atender el defecto de columna corta, que se presenta en 667 de 858 planteles que tiene el DE (78 por ciento), lo que limita su flexibilidad y expone las estructuras a colapsar ante un movimiento de tierra. Además, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA en inglés) todavía tenía pendiente, hasta el 29 de enero, completar la inspección de 44 de 157 planteles para que el DE pueda solicitar asistencia para la reconstrucción.
Ante la misma comisión senatorial, el gerente general de OMEP, Miguel Colón Morales, dijo que en la “zona cero” de los temblores sólo se han hecho mejoras en cinco escuelas de Coamo, una de Ponce y dos de Villalba.
Ninguna escuela de los municipios más afectados por los sismos regresará por lo pronto a clases presenciales.
La AEP anunció la reconstrucción de 17 planteles con una inversión de 30 millones de dólares provenientes de fondos federales. En esa lista están incluidas dos escuelas de Guayanilla, la Asunción Rodríguez y la Gloria M. Borrero. Para Guánica, se adelantó la demolición de la Escuela Superior Áurea Quiles Claudio para construir otro centro educativo en el mismo terreno.
Aunque en diciembre de 2020 la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI) abrió convocatorias para el diseño y construcción de un parque de vagones para escuelas temporeras en Guánica y Guayanilla, la petición de propuestas (RFPs) se canceló a petición del Gobernador porque los proyectos tomarían más de un año.
“Hay gente que ya quiere construir [su casa] pero no demuelen, no hacen nada. Sé de mucha gente que ya no vive en Guánica porque ya estamos [educando] online, y pueden tomar la clase desde China. Creo que al final vamos a ser tan poquitos cuando volvamos a reunirnos presencial en una escuela, porque no hay casi gente. El pueblo no progresa”. – Jennifer Rodríguez Villa, maestra de vida independiente de la Escuela Agripina Seda, Guánica.
“Al paso que van con la mitigación de planteles no vuelven [a clases presenciales] en agosto”. – Marcos Valentín Flores, alcalde de Sabana Grande.
Asimismo, se incluyeron planteles clasificados parcialmente aptos luego de los terremotos tales como la Escuela Segundo Ruiz Belvis de Hormigueros y la Escuela Rafael Hernández de Vega Alta. Sin embargo, sus directores aseguraron que se atendieron los señalamientos.
“Tengo dos edificios cerrados por daños de los terremotos, en los demás cuatro edificios atenderemos la matrícula”. – Aida Santiago, directora Escuela Manuel Martín Monserrate.
“Estaba no apta por una fuga de gas subterránea, cercano al comedor. Eso se corrigió y ya está clasificada apta”. – Lizzette Quintana, directora Escuela Segundo Ruiz Belvis de Hormigueros.
“En la inspección posterior a los terremotos salió parcialmente apta pero fue que unas losas de un baño se desprendieron pero ya se arregló”. – Ramón Ruiz Fernández, director Escuela Rafael Hernández de Vega Alta.
La Escuela Rafael Rexach Dueño de Río Grande también fue incluida en la lista de apertura, a pesar de su clasificación como parcialmente apta.
Aunque el DE ha tenido al menos ocho meses para prepararse para este regreso a clases, el Manual del maestro para el reinicio de clases ante el COVID se promulgó apenas hace dos semanas, y la lista de cumplimiento que incluye para los directores de escuela es larga y compleja.
Entre algunas de las recomendaciones incluidas en el manual se encuentra abrir puertas y ventanas para aumentar la ventilación, el uso de abanicos y apagar las unidades de aire acondicionado independientes. No recomienda usar salones cuya única ventilación sea aire acondicionado para recibir alumnos sino para propósitos administrativos donde sólo vaya a trabajar una persona.
Pese a esto, se incluyó en la lista que comienza a recibir algunos alumnos en marzo a la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini de Mayagüez, que al ser una escuela especializada en música, tiene todos los salones insulados y aire acondicionado central. Un problema similar de ventilación tiene la Escuela Manuel Martín Monserrate de Santa Isabel.
“El protocolo es bien extenso y el Departamento de Salud dijo que si en una sola cosa se incumple, no abre la escuela. El sistema de aire central lleva dañado más de un año. La estructura es hermética, se pueden abrir ciertas ventanas pero casi no pasa aire. Cuando decidieron abrir no me consultaron, tendrías que preguntar qué criterios usaron al momento de decir que abrimos. Como ‘fiebrú’ de la música que soy estoy loco por abrir. Si puedo empezar, sería solamente con [estudiantes de] cuarto año”. – Justo Sánchez, director Escuela Ernesto Ramos Antonini de Mayagüez.
“Los salones de ciencia lo que tienen son tres ventanas y media pero no tienen más ventanas. Voy a pedirle a los padres si pueden prestarnos abanicos de pedestal porque en todos los salones los abanicos son de techo y el protocolo [de Salud] dice que no se pueden usar. Los salones de educación especial son todos con aire acondicionado y la ventilación es casi ninguna porque las puertas son de cristal y las ventanas a la parte de atrás de esos salones es prácticamente una verja”. – Aida Santiago, directora Escuela Manuel Martín Monserrate.
Dalila Olmo López colaboró en esta historia