El secretario de Hacienda, Francisco Parés, señaló que la agencia ya se encuentra en plena preparación para la distribución del incentivo federal de $1,400, cuya aprobación depende ahora de la Cámara de Representantes estadounidense, luego de que el Senado diera paso a una versión con enmiendas.
“Una vez la legislación federal que contempla un nuevo incentivo de $1,400 se convierta en ley, el Departamento de Hacienda someterá el Plan de Distribución para la aprobación del IRS y el Tesoro federal. Al igual que con los primeros dos programas de Pago de Impacto Económico, confiamos en la infraestructura tecnológica del Departamento para distribuir los fondos de manera ágil”, subrayó Parés en declaraciones a este medio.
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El Senado, previo a aprobar el paquete de estímulo que, en total, asciende a $1,900 millones, enmendó la medida para reducir el grupo poblacional que tendrá acceso al cheque de $1,400. Contrario a los dos incentivos desembolsado a raíz de la pandemia del Covid-19, y lo que era la intención de la Cámara baja en esta ocasión, el Senado redujo el tope de ingresos de $100,000 a $80,000.
Quienes devenguen $75,000 o menos –o hasta $150,000 en el caso de las parejas– seguirán recibiendo la totalidad del incentivo. A partir de esa cifra, el monto del incentivo se reducirá hasta llegar a cero para quienes hayan reportado ingresos de $80,000 o más en sus últimas planillas.
“Reconocemos que la implementación tomará más tiempo, ya que los cambios que el proyecto contiene hasta el momento requerirán otros trabajos de programación distintos a los realizados para el desembolso de los $1,200 y los $600. No obstante, ya iniciamos los trabajos de planificación y preparación para la distribución de esta ayuda. Nuestro interés y el del gobernador (Pedro Pierluisi) es que una vez aprobado el proyecto, el incentivo llegue lo más pronto posible a la gente. Será una inyección billonaria en un periodo corto de tiempo que provocará un movimiento económico sustantivo en la isla”, anticipó el secretario de Hacienda.
Otro de los cambios que el Senado incluyó luego de recibir el proyecto cameral fue reducir el beneficio de desempleo, para mantenerlo en $300 semanales, en lugar de acoger un aumento a $400, como se proponía.