Por varias complicaciones derivadas del Covid-19, Rogelia Blanco, con 85 años, perdió la vida, el pasado 13 de enero. Su familia no pudo acudir a su velorio, debido a los protocolos sanitarios aplicados en España, uno de los países donde más decesos se han registrado, en lo que va del brote del coronavirus.
En Galicia, España, las autoridades de Xove, explicaron qué, Rogelia y su esposo Ramón, viven en una residencia de ancianos, y en esta se produjo un brote de coronavirus. La esposa de Ramón resultó contagiada, y el resto de los pacientes fueron trasladados a otra residencia para recibir tratamiento especial.
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Las autoridades de Xove, indicaron que alguien, sí murió, la compañera de Rogelia, Concepción Arias, de 90 años. Pero por error, las autoridades avisaron a la familia Blanco sobre el deceso de la abuela.
¡Estaba viva!, gritaron quienes después de 10 días retornaron a la residencia de los ancianos que cumplieron con su tratamiento. La encontraron en su habitación, y los enfermeros de la residencia la ayudaban a sentarse en su cama.
“No podía creerlo. Estaba llorando, después de la muerte de mi esposa”, dijo Ramón a La Voz de Galicia.
La Fundación San Rosendo, que dirige el asilo de ancianos de Xove, explicó que, el fallo se dio durante el proceso de transferencia de los inquilinos del ancianato a Pereiro de Aguiar. Ahora nos toca “revivir” legalmente a Rogelia, finalizaron las autoridades.