El secretario designado de Salud, Carlos Mellado, descartó que las intenciones de la administración del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, pudieran tener el efecto de provocar una escasez de vacunas para la administración de la segunda dosis necesaria para la inmunización contra el Covid-19.
La política que Biden ha adelantado, que incluye la administración de 100 millones de dosis en los primeros 100 días de su gobierno, ha levantado cierta alarma entre expertos en el tema de salud, que consideran que si la producción de vacunas no avanza al ritmo en que se pretenden distribuir y utilizar, se perdería la posibilidad de ponerle la segunda dosis a las personas y, con ello, buena parte de su efectividad para batallar contra el peligroso virus.
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“Para mí es un disparate. Yo quiero pensar que alguien juicioso va a recomendar con tiempo no hacer eso. La evidencia científica de estas dos vacunas demuestra que su éxito en proteger al 94% o 95% de las personas vacunadas depende del ‘booster’ (segunda dosis). Si no damos ese segundo ‘booster’ perdemos el primero. Después de cierto tiempo la persona no va a tener suficiente protección. Es una iniciativa que va a ser fallida. Yo espero que (la nueva administración federal) no lo haga, y si lo hacen, como la vacunación depende de los estados, que Puerto Rico no lo haga”, dijo, por ejemplo, la infectóloga y ex epidemióloga del Estado Ángeles Rodríguez.
Mellado sostuvo que Puerto Rico no tendría la facultad de aplicar políticas distintas a las guías del gobierno federal. Sin embargo, aseguró que la producción de vacunas siempre dará abasto para permitir la administración de las segundas dosis, según estipulado por las compañías fabricantes, Pfizer y Moderna. La vacuna de Pfizer requiere una segunda dosis a las tres semanas, mientras la de Moderna se administra a las cuatro semanas.
“Lo que se estaba hablando es de aumentar la producción. Nosotros no tenemos guardada una segunda dosis. La segunda dosis llega directamente del CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades). Si ellos hicieron un millón de vacunas, ellos guardan 500,000 para garantizar la segunda dosis. Eso está puntual por el CDC. Nosotros no tenemos injerencia en cuanto a eso”, planteó Mellado en entrevista con Metro.
La segunda dosis “se garantiza a través de unos mecanismos de aprobaciones de FDA (Administración federal de Alimentos y Medicamentos), que son unos procesos que suceden cuando ya está la vacuna. Hay una aprobación para hacerla (la vacuna), una aprobación para distribuirla, una aprobación para transportarla. De lo que se está hablando (a nivel federal) es de flexibilizar esas aprobaciones, que sean más agiles para poder tener mayor producción de vacunas”, subrayó el secretario designado.
Pide más vacunas
Con 175 proveedores adminstrando actualmente la vacuna del Covid-19, y otros cientos en lista de espera para comenzar a operar, Mellado insistió que Puerto Rico tiene la capacidad de administrar una cantidad mucho mayor de la que ha recibido en las primeras semanas del proceso. Según Mellado, el país tiene la infraestructura y capacidad logística para distribuir semanalmente hasta 100,000 vacunas, muy lejos de las 40,000 que el gobierno federal está supliendo al presente, de las cuales 11,000 están reservadas para que las farmacias Walgreens y CVS las utilicen en centros de cuido prolongado.
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A pesar de que a Metro ha llegado información de que en algunos centros se han perdido vacunas debido a que, luego de prepararse, no acude la cantidad de personas esperada en un día, Mellado negó que ese tipo de situación estuviera ocurriendo. El funcionario sostuvo que las únicas vacunas dañadas han sido las 200 dosis que se desecharon luego de que un empleado encontrara derretido el hielo del contenedor.
“Cuando sucede eso (que acuden menos personas que la cantidad de vacunas) lo que se hace es que llama a personas para vacunarse. Aquí no se pierde ninguna vacuna”, insistió Mellado.
Mellado ha reconocido que la cantidad de vacunas disponibles actualmente, cuando se pretende inocular simultáneamente a adultos mayores dentro y fuera de centros de cuido, a empleados escolares (sobre 10,000 semanales) y el remanente de los profesionales de la salud que estaban incluidos en la subfase 1-A, imposibilita avanzar al ritmo necesario para alcanzar la llamada inmunidad de rebaño tan pronto como este verano.
“Todos los días hacemos las solicitudes (de un volumen mayor). Anoche tuve una conversacion con varias personas del CDC, y todos los días se les está demostrando que nosotros necesitamos más vacunas porque tenemos la capacidad (para administrarlas)”, puntualizó Mellado.
Aunque los datos oficiales del CDC no lo reflejan, Mellado sostuvo que en Puerto Rico ya 160,000 personas han recibido al menos la primera dosis de la vacuna. De ese grupo, el galeno indicó que a 60,000 se les ha administrado igualmente la segunda dosis, por lo que se habrían utilizado poco más de 220,000 vacunas.
En la página del CDC se indica que, hasta el 17 de enero, en Puerto Rico se había administrado al menos la primera dosis a 87,512 personas, de los cuales 16,360 ya habían recibido ambas dosis.