Las autoridades noruegas han ajustado sus consejos acerca de quién recibe la vacuna contra el COVID-19 tras la muerte de algunas personas mayores y dijeron que es el médico quien decide si una persona recibe o no la vacuna.
La Agencia Noruega de Medicamentos informó que 29 personas sufrieron efectos secundarios, 13 de ellos fatales. Todos los decesos se produjeron en hogares para ancianos y todos eran mayores de 80 años.
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Fiebre y náuseas podrían “haber provocado la muerte de algunos pacientes débiles”, dijo Sigurd Hortemo, en el primer informe de la agencia sobre los efectos secundarios.
Más de 30.000 personas han recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer o Moderna en el país escandinavo desde fines de diciembre, de acuerdo con las cifras oficiales.
“No estamos alarmados por esto. Está bastante claro que estas vacunas tienen muy poco riesgo, con una pequeña excepción en el caso de los pacientes más débiles”, dijo el director médico de la agencia, Steinar Madsen, a la emisora NRK.
“Los médicos deben considerar cuidadosamente quién se ha de vacunar. Los muy débiles y que se encuentran al final de su vida pueden recibir la vacuna tras una evaluación individual”, añadió.
Días atrás el Instituto Noruego de Salud Pública dijo que “cualquier efecto colateral de la vacuna será compensado por un riesgo reducido de enfermarse gravemente de COVID-19 en el caso de personas ancianas débiles”.
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Añadió que “para los pacientes muy débiles y los enfermos terminales se recomienda una evaluación cuidadosa de los beneficios contra las desventajas de la vacunación”.
La Agencia Noruega de Medicamentos dijo en su informe que 21 y ocho hombres sufrieron efectos colaterales. Nueve experimentaron efectos secundarios graves no fatales y otros siete efectos menos graves. Los nueve sufrieron reacciones alérgicas, fuerte malestar y fiebre alta, mientras que los efectos menos graves fueron dolor en el lugar de la inyección.
Noruega ha reportado en total 57.279 casos y 511 decesos.