Vacunar a 100 millones de estadounidenses en sus primeros 100 días de gobierno es sólo el inicio de su plan contra el coronavirus, afirmó el viernes el presidente electo Joe Biden. El impacto duradero, dijo, vendrá de unir a la nación en un nuevo esfuerzo sustentado en la ciencia y apoyado con recursos federales destinados a inoculaciones, pruebas y detección de brotes.
“Tienen mi palabra: Manejaremos bien esta operación”, dijo Biden. Pero también subrayó la necesidad de que el Congreso apruebe más recursos y que la gente mantenga las precauciones básicas, como usar mascarillas, evitar reuniones y lavarse las manos con frecuencia.
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“Este no es un asunto político”, declaró Biden. “Se trata de salvar vidas. Sé que se ha convertido en un asunto partidista, pero es estúpido que suceda”.
Biden hizo su anuncio un día después de que presentó un “Plan de Rescate Estadounidense” por 1,9 billones de dólares para enfrentar el virus y brindar apoyo temporal a una economía precaria. Unos 400.000 millones de dólares del plan se enfocan en medidas dirigidas a controlar el virus. Estas van desde la instalación de centros de vacunación masiva hasta la realización de análisis científicos más avanzados de las nuevas cepas y cuadrillas de trabajadores sanitarios que rastreen a contactos de las personas infectadas.
El viernes, Biden se comprometió a maximizar el suministro disponible de vacunas y materiales necesarios para aplicarlas, aprovechando la Ley de Producción de Defensa para controlar la manufactura privada.
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Biden también secundó el llamado del gobierno del presidente Donald Trump de esta semana para que los estados comiencen a vacunar a más adultos mayores, de 65 años o más, así como a personas de menos edad con ciertos problemas de salud. A la fecha, los estados se han enfocado en inocular al personal de salud y algunos están comenzando a vacunar a personas de 75 años o más. Relativamente pocos están vacunando a personas de entre 65 y 75 años.
La doctora Leana Wen, experta en salud pública y médica de emergencias, dijo que Biden debería fijarse objetivos más altos.
“En este momento, la vacunación masiva es nuestra última y mejor oportunidad para restaurar la normalidad”, declaró. “No debe repararse en gastos para la vacunación. Cien millones de vacunas en 100 días deben verse sólo como un inicio”.
Por su parte, algunos gobernadores arremetieron contra el gobierno de Trump debido a lo que al menos uno dijo fue un “engaño” por insinuar esta semana que una reserva de dosis de vacunas estaba lista para su envío. Un funcionario dijo que los estados no han ordenado todavía todas las dosis que se les asignaron, y lo describió como un problema derivado de las expectativas de los estados.
Biden se comprometió a mejorar la comunicación con los estados para evitar sorpresas sobre cuántas vacunas pueden esperar. Su plan prevé que el gobierno federal reembolse totalmente a los estados que movilizan a su Guardia Nacional para que ayuden a distribuir las vacunas.
El plan fue presentado en momentos en que una nación dividida se encuentra en medio de la ola más peligrosa de la pandemia hasta el momento. A la fecha, más de 389.000 personas han fallecido de COVID-19 en Estados Unidos.