Japón declaró el estado de emergencia en Tokio y en tres regiones próximas el jueves ante el aumento de los contagios de coronavirus, que en la capital batieron un nuevo récord diario con 2.447.
El primer ministro, Yoshihide Suga, emitió la declaración en una reunión del grupo de trabajo gubernamental para la pandemia. Estará en vigor hasta el 7 de febrero y se centra en pedir a los bares y restaurantes que cierren a las 8:00 p.m., y a la población que se quede en casa y no se mezcle con multitudes.
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Las nuevas medidas no implican sanciones sino que son un importante pedido mientras el país hace malabares para mantener su economía activa.
Los centros comerciales y las escuelas seguirán abiertos. Se pedirá a cines, museos y otros actos que reduzcan su aforo. Los lugares que desafíen la solicitud aparecerán publicados en una lista mientras que los que la acaten podrán pedir ayudas, según funcionarios.
“Estoy seguro de que podemos superar esto, pero debo pedirles a todos que soporten una vida con restricciones por un poco más”, dijo Suga a reporteros tras la declaración.
El dirigente prometió además más ayudas para los hospitales que atienden a pacientes con COVID-19. El ejército está listo para ayudar y se están realizando esfuerzos para autorizar una vacuna y recibir las dosis, añadió.
Tokio lleva dos días batiendo su récord de contagios tras registrar 1.591 el miércoles. A nivel nacional, los casos siguen una tendencia constante al alza con más de 5.000 por día.
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Algunos expertos dicen que Japón debió actuar antes y que la campaña gubernamental para promover el turismo interno ofreciendo descuentos fue un error.
Por otra parte, China impuso restricciones en Hebei, una provincia del norte donde los casos de coronavirus se han más que duplicado en una región próxima a Beijing que está previsto que celebre algunas pruebas de los Juegos Olímpicos de Invierno del próximo año.
Las conexiones por tren, aire y carretera con la capital de Hebei, Shijiazhuang, una ciudad de al menos 10 millones de personas, quedaron suspendidas y las medidas de control y prevención se reforzaron en las comunidades urbanas y pueblos de la zona. Las clases se suspendieron y las residencias universitarias quedaron aisladas.
La Comisión Nacional de Salud confirmó el jueves 51 nuevos casos en la región de Hebei, elevando a 90 el total registrado desde el domingo. La mayoría de los pacientes estaban en Shijiazhuang, aunque también había contagios en la ciudad de Xingtai.
Las autoridades impusieron medidas similares en las ciudades de Shenyang y Dalian, en la provincia de Liaoning, justo al norte.
Alerta ante una posible nueva ola de contagios, China recomienda no viajar durante el feriado por el Año Nuevo Lunar en febrero y el inicio de las vacaciones escolares una semana antes de lo habitual.
El aumento de los contagios se produce mientras China y la Organización Mundial de la Salud negocian los términos de la visita de investigadores de la OMS que analizan los orígenes del coronavirus, que se detectó por primera vez en Wuhan, una ciudad del centro del país, a finales de 2019.
China ha reportado un total de 87.278 casos de COVID-19 y 4.634 fallecimientos desde el inicio de la pandemia.
Corea del Sur dijo que ampliará en dos semanas más, hasta el 21 de enero, su veto a los vuelos procedentes de Gran Bretaña. Las autoridades comunicaron el jueves el hallazgo de tres casos más de la variante de coronavirus descubierta en la nación europea, que es más contagiosa, para un total de 14. Además se identificó un paciente con la variante de Sudáfrica.
A partir del viernes, todos los extranjeros que quieran entrar al país deberán presentar una prueba de detección del virus negativa.
El país reportó 870 nuevas infecciones el jueves, el tercer día consecutivo con menos de 1.000, para un total de 66.688, con 1.046 muertes.