Facebook prorrogó el cierre de la cuenta del presidente Donald Trump al considerar que el riesgo de dejar que siga enviando mensajes dañinos es demasiado alto.
En un mensaje el jueves, el fundador de Facebook Mark Zuckerberg afirmó que la cuenta estará cerrada hasta por lo menos el día de la juramentación de Joe Biden como nuevo presidente. Los hechos ocurren un día después de que una turba enardecida de partidarios de Trump asaltaron al Capitolio en Washington.
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Twitter e Instagram habían tomado una medida similar.
Sin embargo, expertos coinciden en que la acción es poca y tardía y que las empresas deben asumir su responsabilidad por permitir que el mandatario las usara para propagar falsedades e incitar a la violencia.
Las redes sociales tomaron las medidas solamente la noche del miércoles, después de la toma violenta del Capitolio de Estados Unidos por una multitud de seguidores de Trump, alimentada por años de declaraciones falsas, teorías de la conspiración y retórica violenta.
Aunque algunos aplaudieron las acciones de las redes sociales, los expertos recalcaron que las acciones de las empresas ocurren luego de años en los que permitieron a Trump y sus partidarios difundir información errónea y peligrosa, además de alentar acciones y declaraciones que contribuyeron a la violencia del miércoles.
Jennifer Grygiel, profesora de comunicaciones de la Universidad de Syracuse y experta en redes sociales, estimó que los eventos del miércoles en Washington, D.C., son el resultado directo del uso de Trump de las redes sociales para difundir propaganda y desinformación, y que las plataformas deberían asumir cierta responsabilidad por su falta de acción oportuna.
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“No sólo vimos una violación a la seguridad en el Capitolio. El presidente ha violado las plataformas de las redes sociales en repetidas ocasiones. Esto es desinformación. Este fue un intento de golpe de estado en Estados Unidos”, expresó Grygiel.
La experta opinó que la decisión de la plataforma de eliminar el video, y la suspensión temporal de Twitter son acciones demasiado pequeñas y tardías. “Las redes sociales son cómplices de esto porque él las ha usado repetidamente para incitar a la violencia. Es la culminación de años de propaganda y abuso de los medios por parte del presidente de Estados Unidos”.
Fueron las acciones más enérgicas que Twitter y Facebook hayan tomado hasta ahora contra Trump, quien hace más de una década adoptó la inmediatez y el alcance de Twitter para dirigirse a sus simpatizantes, criticar a sus enemigos y difundir rumores falsos.
Twitter, que bloqueó la cuenta de Trump durante 12 horas, también amenazó al mandatario saliente con aplicarle una prohibición permanente si volvía a infringir las reglas.
La compañía requirió la eliminación de tres de los tuits de Trump, entre ellos un video corto en el que instó a esos simpatizantes a “irse a casa” mientras al mismo tiempo repetía falsedades sobre la integridad de las elecciones presidenciales de noviembre. La cuenta de Trump borró esas publicaciones, dijo Twitter. Si las hubiera dejado, Twitter pudo haber cumplido su advertencia de prolongar la suspensión de su cuenta.
Facebook e Instagram —esta última propiedad de Facebook— impidieron que Trump pudiera publicar durante 24 horas después de que hubo dos violaciones de sus políticas. La Casa Blanca no ofreció una respuesta inmediata a las acciones.
Las dos plataformas, así como YouTube, ya habían eliminado el breve video en el que Trump instó a “irse a casa” a aquellos simpatizantes que antes irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos.