Luego de concluir el cuatrienio más caótico en la historia moderna de Puerto Rico, Pedro Pierluisi tomó formalmente posesión como gobernador, tras lo cual prometió de inmediato encarrilar la recuperación institucional, económica y social del país.
En su mensaje de inauguración, Pierluisi hizo alusión al fragmento del juramento en el que menciona que hará frente a “todo enemigo interior o exterior”, y enumeró una serie de “enemigos” contra los que batallará por los próximos cuatro años.
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En primer lugar, Pierluisi mencionó al Covid-19, pandemia que ha mantenido a gran parte de la población puertorriqueña en una especie de parálisis desde hace casi 10 meses y para la cual aún no se tiene certeza fecha de expiración. El acto de toma de posesión, de hecho, fue ampliamente criticado por sectores de la población general y profesionales de la salud, que advirtieron de los riesgos que representaba conglomerar a cientos de personas.
“Contra la pandemia tenemos que estar unidos y juntos vamos a luchar para que pronto podamos retoma nuestras vidas, nuestros trabajos y la educación de nuestros niños y niñas, y para que todos en Puerto Rico tengan acceso a servicios de salud adecuados, incluyendo mayor atención a la salud mental de nuestra gente”, manifestó Pierluisi desde la tarima ubicada frente a la Plaza de la Democracia, al lado norte del Capitolio.
El primer ejecutivo no ha detallado qué medidas inmediatas tomará para enfrentar el peligroso virus y paralelamente permitir la recuperación de la actividad económica y educativa, pese a que ha dejado la puerta abierta a enmendar la orden ejecutiva de la exgobernadora Wanda Vázquez antes de que expire el 7 de enero.
El exsecretario de Justicia y ex comisionado residente, quien fue juramentado por la jueza presidenta del Tribunal Supremo, Maite Oronoz, también incluyó a la pobreza, que ha convertido a Puerto Rico en uno de los países más desiguales económicamente a nivel mundial, en su listado de enemigos.
“Nuestro enemigo es la pobreza, especialmente la pobreza infantil que tanto afecta las oportunidades de nuestras familias y nuestros jóvenes para alcanzar sus metas. Contra la pobreza tenemos que estar unidos y juntos vamos a combatirla para garantizar el futuro de las próximas generaciones”, expresó Pierluisi.
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Pierluisi añadió “la inaccesibilidad de una educación de calidad, asunto sobre el cual prometió “poner nuestra acción donde pusimos la palabra”, en aras de allegar recursos a los estudiantes de educación especial, los maestros del sistema público y “potenciar” a la Universidad de Puerto Rico, que en tres años perdió cerca del 40% de sus asignaciones presupuestarias ante los recortes impulsados por el pasado gobierno y la Junta de Control Fiscal. El nuevo gobernante se ha comprometido a detener los recortes, pero ha insistido que devolver recursos al primer centro docente no es viable en este momento.
Tras hablar sobre el crimen, la recesión económica, la corrupción y el discrimen contra poblaciones vulnerables, Pierluisi describió como último enemigo la “desigualdad política” y la “falta de derechos por el estatus que tenemos” en relación a los Estados Unidos.
“Contra la colonia estamos unidos. Y aunque podemos diferir en cuanto a la manera de acabar con ella, nuestro pueblo hizo un reclamo claro y estamos obligados a hacer valer su voluntad”, sostuvo Pierluisi, en referencia al referéndum no vinculante celebrado paralelo a las elecciones generales, en el que el ‘sí’ a la estadidad obtuvo sobre el 52% de apoyo.
“La igualdad que representa la estadidad es justa, digna y alcanzable, por lo que vamos a exigirla y a lograrla”, añadió el recién juramentado gobernador, quien no hizo alusión a que ninguno de los principales líderes políticos en la capital federal, pese al resultado del plebiscito, se ha comprometido a impulsar ese estatus para Puerto Rico.
Trabajará con la “diversidad de pensamientos”
Pierluisi, en su discurso de alrededor de 20 minutos, pareció extender un ramo de olivo a la oposición política, que controlará una rama legislativa en la que por primera vez estarán representados cinco partidos.
“El nuevo gobierno y la nueva legislatura serán testimonio de nuestra diversidad de pensamientos. Los cinco diferentes partidos y legisladores independientes reflejarán nuestra nueva realidad política y social. El destino me puso a mí aquí en medio de estos tiempos turbulentos e históricos, ante gran polarización y con altas expectativas”, manifestó el mandatario, quien estuvo acompañado por su padre, Jorge Pierluisi, quien sostuvo la Biblia sobre la que prestó juramento.
Más allá de prometer agilizar la recuperación de los distintos desastres que han agobiado a Puerto Rico desde 2017, que se sumaron a la prolongada recesión que comenzó a mediados de la primera década del siglo, el gobernante no hizo referencia a la caótica administración del Partido Nuevo Progresista (PNP), encabezada por los exgobernadores Ricardo Rosselló Nevares y Wanda Vázquez por los pasados cuatro años, y que derivó en la histórica renuncia del primero en agosto de 2019.
“Todos aspiramos a dejar atrás las crisis, a pasar la página de la turbulencia política, a encaminarnos en el rumbo de la reconstrucción y del progreso. A crear el Puerto Rico que todos soñamos. En eso estamos unidos. Ese sueño de superación es de todos”, recalcó Pierluisi, quien obtuvo apenas un 33% de los sufragios en los comicios generales, la cantidad más baja para un gobernador electo en la historia de Puerto Rico.
Pierluisi admitió que, ante el escenario que hereda, “el pueblo está escéptico” al escuchar las promesas de los líderes políticos.
“Yo, sin embargo, estoy muy positivo, mi equipo entero está muy positivo, y les digo que la mejor manera de restaurar la confianza de nuestra gente no es con palabras, es con acción, resultados y obra”, insistió.
Cerca del final de su discurso, Pierluisi tomó un paréntesis y resumió en inglés el mensaje.
Para Pierluisi, el acto de hoy representó la segunda vez que juramentó como gobernador, toda vez que en agosto de 2019 el Tribunal Supremo declaró inconstitucional su acceso al poder tras la renuncia de Rosselló Nevares. Fue entonces Vázquez quien ocupó la gobernación según el orden de sucesión.
Además de Vázquez, a quien Pierluisi derrotó en las primarias del PNP, en la actividad estuvieron presentes los exgobernadores Aníbal Acevedo Vilá, Luis Fortuño y Alejandro García Padilla, los jueces del Tribunal Supremo y el Tribunal Federal distrito de Puerto Rico, así como la comisionada residente Jenniffer González.
Igualmente, entre los alrededor de 400 invitados que se anunciaron estuvieron alcaldes incumbentes y electos, entre los que destacó el próximo ejecutivo de San Juan, Miguel Romero; jefes de gabinete designados por Pierluisi; funcionarios salientes; y la mayoría de los legisladores, quienes también juraron a sus cargos esta mañana. Del exterior llegó Luis Abinader, presidente de la República Dominicana, país con el que el gobernador se comprometió a estrechar lazos.
La actividad, que se extendió por cerca de hora y media fue amenizada por la Orquesta Filarmónica Arturo Somohano, dirigida por Ángel “Cucco” Peña. El secretario de Estado saliente, Raúl Márquez, indicó más temprano en el día que el acto protocolar de toma de posesión tuvo un costo de $226,000 para el erario.