El gobierno de Japón prohibirá temporalmente el ingreso de todos los extranjeros no residentes como medida de precaución contra la nueva y potencialmente más contagiosa variante del coronavirus que se ha propagado en Gran Bretaña.
La prohibición comenzará el lunes y estará en vigor hasta el 31 de enero por el momento, anunció el sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores japonés.
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La semana pasada, Japón prohibió el ingreso a los extranjeros no residentes provenientes de Gran Bretaña y Sudáfrica, pero reforzó sus controles fronterizos después de confirmar siete casos de la nueva variante en los últimos dos días —cinco personas que regresaron de Gran Bretaña a las que se les hicieron pruebas en aeropuertos y dos más en Tokio.
Japón también decidió suspender la dispensa de una cuarentena de 14 días a nacionales y residentes extranjeros conforme a un programa puesto en marcha en noviembre.
Quienes lleguen ahora deberán demostrar que dieron negativo en la prueba que deben hacerse 72 horas antes de su salida con destino a Japón y aislarse de manera voluntaria durante dos semanas después de su llegada, según el ministerio.
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El Ministerio de Salud de Japón confirmó el sábado dos casos de la nueva variante: un hombre de treinta y tantos años que regresó a Japón procedente de Gran Bretaña el 16 de diciembre y una pariente, una mujer de veintitantos años, carente de historial de haber visitado el país europeo. Ambos están hospitalizados en Tokio.
El viernes, el ministerio indicó que la nueva variante fue detectada en muestras de cinco personas que regresaron de Gran Bretaña entre el 18 y el 21 de diciembre tras dar positivo durante una revisión en el aeropuerto.
Ninguno tenía síntomas salvo uno que se quejó de fatiga.
Japón acumulaba el sábado 217.312 casos, un aumento de 3.700 en comparación del día anterior, y 3.213 muertes. Tokio informó sobre 949 contagios, su nuevo máximo histórico desde el inicio de la pandemia, a pesar de que expertos y autoridades exhortaron a la población a pasar un periodo navideño “tranquilo”.