El comité asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han recomendado al organismo que sean los mayores de 75 años y los trabajadores esenciales, entre los que se incluyen bomberos, profesores y trabajadores de tiendas de alimentación, los siguientes en recibir la vacuna contra la COVID-19.
La nueva propuesta de este grupo de expertos llega menos de una semana después de que fuera el personal médico y sanitario, así como los residentes en centros de atención a largo plazo, los primeros en acceder a la vacuna contra la COIVD-19.
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Esta nueva fase forma parte también de la autorización de uso de emergencia otorgada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) a las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna.
En esta ocasión, los siguientes en recibir la vacuna, una vez el primer grupo haya sido inmunizado, serían bomberos y policías, personal educativo, funcionarios de prisiones, del sistema postal, conductores del transporte público, agricultores y dependientes y trabajadores de tiendas y establecimientos de alimentación.
Las autoridades estadounidenses prevén que este grupo esté formado por unos 30 millones de trabajadores y 19 millones de adultos por encima de los 75 años.
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“Los trabajadores en primera línea no pueden trabajar desde casa y tienen un alto nivel de interacción con el público u otros compañeros en el lugar de trabajo”, ha explicado doctora Kathleen Dooling, integrante del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés).
A su vez, ha explicado que si bien las tasas de infección por coronavirus son más altas entre adultos jóvenes, las personas de más de 75 años “han representado el 25 por ciento de las hospitalizaciones, a pesar de ser el 8 por ciento de la población”, siendo además más mortífera para ellos.
Este comité también ha confirmado que se ha alcanzado un acuerdo para delimitar quiénes formarán parte del tercer grupo de vacunación, entre quienes estarán aquellos entre 65 y 74 años, así como aquellas personas, independientemente de su edad, que sufran dolencias de las consideradas de riesgo, como diabetes, enfermedades renales, cardíacas, o respiratorias.
En este nuevo grupo también se incluyen a trabajadores del sector de la industria del transporte, la energía, la seguridad pública, la banca, profesionales de los medios de comunicación, jueces y abogados, así como trabajadores de la hostelería y el reparto a domicilio.
Esto supone un total de 129 millones de personas, por lo que, señala la ACIP, no se descarta que estas recomendaciones puedan sufrir variaciones dependiendo del estado de los procesos de vacunación anterior, así como de las propias decisiones de las autoridades estatales, quienes son en última instancia, quienes tomarán la decisión, informa el diario ’Politico’.
“Esto no es blanco o negro. Variará según el contexto local”, ha señalado la secretaria ejecutiva de la ACIP, Amanda Cohn.
El Gobierno del todavía presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prevé que las primeras 100 millones de personas sean vacunas para finales de febrero, mientras el país ya supera los 17,84 millones de casos acumulados por coronavirus y los 317.600 fallecidos.