Las empresas en Estados Unidos redujeron drásticamente sus contrataciones el mes pasado cuando la pandemia aceleró su diseminación por el país, añadiendo 245.000 empleos, el menor total desde abril y el quinto mes consecutivo de desaceleración.
Al mismo tiempo, la tasa de desempleo cayó a un nivel aún elevado de 6,7%, frente al 6,9% en octubre, luego que muchas personas dejaron de buscar trabajo y se dejó de contarlas como desempleadas, dijo el Departamento de Trabajo. La ganancia de empleos en noviembre fue una baja respecto a los 610.000 en octubre.
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El reporte del viernes dio nueva evidencia de que el mercado laboral y la economía están flaqueando ante un virus que ha estado rompiendo récords diarios de infecciones confirmadas. La actividad económica casi seguramente va a frenarse más, y las autoridades de salud advierten que los viajes deben imitarse a lo esencial y muchos estados y ciudades limitan las reuniones, la actividad en restaurantes y reducen los horarios y el aforo de bares, tiendas y otros negocios. La mayoría de los expertos dicen que la economía no se recuperará completamente hasta que el virus sea controlado con una vacuna efectiva y usada ampliamente.
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Antes de la pandemia, las ganancias de empleos del mes pasado habrían sido consideradas buenas, pero la economía estadounidense está aún 10 millones de empleos por debajo de los niveles previos a la pandemia, con una creciente proporción de los desempleados considerando que sus puestos desaparecieron para siempre. Es necesario un ritmo más acelerado de contrataciones para garantizar que las personas despedidas durante la recesión de la pandemia vuelvan a trabajar rápidamente.
Dos programas federales mejorados de prestaciones por desempleo van a expirar al final de diciembre, justo cuando los casos del virus aumentan y el frío obliga a cerrar el servicio de restaurantes el aire libre y muchos eventos públicos. A menos que el Congreso apruebe otro paquete de rescate, más de 9 millones de desempleados quedarían sin ayuda, estatal o federal, tras la Navidad.
El anuncio del viernes coincide con renovados esfuerzos en el Congreso para llegar a un acuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda. Un grupo bipartidista de senadores ha propuesto un plan de 900.000 millones de dólares que incluiría la expansión de las prestaciones por desempleo, más préstamos a pequeños negocios y ayuda para los gobiernos estatales y locales, pero no había indicios de un acuerdo inminente.
