La victoria de Joe Biden en el estado crucial de Wisconsin fue confirmada el lunes después de un recuento parcial que le incrementó su ventaja de 20.600 votos sobre el presidente Donald Trump, quien había prometido presentar una demanda en un intento por anular los resultados.
El gobernador demócrata Tony Evers firmó un certificado que completó el proceso después de que el informe de sondeo que muestra a Biden como el ganador tras el recuento fue aprobado por la presidenta de la Comisión Electoral de Wisconsin, un órgano bipartidista. La ley requiere la firma de Evers y suele ser un paso procesal al que se le presta poca atención.
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“Hoy llevé a cabo mi obligación de certificar las elecciones del 3 de noviembre”, afirmó Evers en un comunicado. “Quiero agradecer a nuestros secretarios, administradores electorales y trabajadores de encuestas en todo nuestro estado por trabajar incansablemente para asegurar que tuvieramos unas elecciones seguras, imparciales y eficientes. Gracias a todos por su buen trabajo”.
A partir de ahora Trump tiene cinco días para presentar una demanda. El mandatario había anunciado el sábado que presentaría la demanda a más tardar el martes, pero sus posibilidades de conseguir que se anulen los resultados mediante la descalificación de 238.000 papeletas son remotas. Los abogados de Trump han alegado sin presentar pruebas que hubo fraude generalizado y otras irregularidades.
El equipo de campaña de Biden afirma que el recuento mostró que el exvicepresidente ganó Wisconsin de manera contundente y que no hubo fraude. Incluso si Trump tuviera éxito en Wisconsin, los 10 votos del Colegio Electoral del estado no le alcanzarían para anular la victoria general de Biden conforme los estados certifican los resultados en el país. Horas antes el lunes, las autoridades de Arizona certificaron la estrecha victoria de Biden en ese estado.
“Cualquier aseveración de un fraude generalizado que habría afectado los resultados carece de sustento”, dijo el lunes el secretario estatal de justicia de Wisconsin, el demócrata Josh Kaul, en un comunicado. Señaló que Trump concentró el recuento sólo en los dos condados más poblados del estado, donde viven la mayoría de las personas de raza negra.
“Confío plenamente en que fracasará esta lamentable estrategia segregacionista de privar de manera masiva del derecho al voto a los electores”, señaló Kaul. “Una elección no es un juego de ‘te atrapé’”.
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La ley estatal confiere a quien ocupe la presidencia de la Comisión Electoral de Wisconsin la facultad de confirmar los resultados de los comicios. El cargo se rota entre republicanos y demócratas y en la actualidad lo tiene la demócrata Ann Jacobs. La funcionaria firmó la declaración de autenticidad que certifica a Biden como el ganador, a pesar de las objeciones de los republicanos, que querían se aguardara hasta que se agotaran las instancias judiciales.
De acuerdo con la ley estatal, el personal electoral envió un certificado a Evers para que lo firmara y mandara al administrador federal de servicios generales. El gobernador lo firmó aproximadamente una hora después de que se confirmaran los resultados del sondeo.
Las impugnaciones legales de Trump han fracasado en otros estados cruciales como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada y Pensilvania. Dos demandas promovidas por otras partes que buscan descalificar las papeletas en Wisconsin fueron incoadas la semana pasada ante la Corte Suprema de Wisconsin, que no ha actuado al respecto.
Trump pagó 3 millones de dólares para la realización de los recuentos en Dane y Milwaukee, los dos condados demócratas más grandes de Wisconsin, pero el nuevo escrutinio aumentó la ventaja de Biden en 74 votos. El presidente electo ganó a nivel estatal por casi 20.700 sufragios.
Durante el recuento, Trump intento descalificar las papeletas cuya información faltante del domicilio fue llenada por los secretarios electorales en el sobre de certificación en el que es insertada la papeleta.