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Observadores electorales detallan deficiencias del pasado 3 de noviembre

El Colegio de Abogados y Abogadas presentó un informe con recomendaciones a la CEE

El Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR) ha remitido a la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), el informe de los observadores electorales que participaron en las Elecciones Generales celebradas el 3 de noviembre de 2020.

El equipo de  observadores  electorales del CAAPR fueron : Lcda. Daisy Calcaño López, presidenta del CAAPR, Lcdo. Osvaldo Burgos Pérez, Lcdo. Manuel Quilichini García, Dr. Samuel Quiñones García, Lcdo. Edgardo Hernández Vélez, Lcdo. Miguel A. Rodríguez Robles, Lcdo. Fredeswin Pérez Caballero y  Dr. Jorge Tirado Ospina.

“Los observadores electorales del Colegio estuvieron especialmente adiestrados para evitar sesgos ideológicos que afectaran la imparcialidad de sus observaciones. A menudo se asume que el observador electoral “ve lo que quiere ver”,  sin embargo, el específico entrenamiento y capacitación son elementos valiosos registrando observaciones. Por tanto, en general, una observación electoral ciudadana conducida por abogados, puede ser una herramienta valiosa para la democracia”, dijo la presidenta del Colegio,  Lcda. Daisy Calcaño López.

Recomendados

Entre  los hallazgos más relevantes del proceso la Lcda. Calcaño López, destaca los siguientes:

  1. Las unidades identifican un colegio como de fácil acceso lo cierto es que lo único que garantizan es que una persona en silla de ruedas pueda llegar.  Ni las urnas ni las casetas de votación son de fácil acceso, de manera que permitan a una persona con diversidad funcional ejercer su derecho igual a sus conciudadanos. La urna está elevada de manera que al elector en silla de rueda se le dificulta introducir la papeleta o leer los códigos que le comunica la máquina.
  1. Es menester señalar que en algunas unidades no existían colegios de Fácil Acceso, y se atendían a las personas con diversidad funcional en los colegios regulares. En cuanto a los electores no videntes, en algunos colegios se observó, que una vez identificado se referían a un lugar donde se vota por teléfono, con un sistema conocido como VOTE BY PHONE, que en ocasiones no estaba funcionando.
  1. Las largas filas, por lo regular, en exceso de una hora y la necesidad de distanciamiento social ocasionó que  se extendieran a zonas no adecuadamente ventiladas, expuestas al sol o sin facilidades para sentarse en caso necesario. El necesario e indispensable uso de mascarillas hizo más penosa la situación a quienes tenían la respiración corta. Particularmente afectados fueron los ancianos, mujeres embarazadas, discapacitados y padres con menores de edad. No se observó que se otorgaran turnos preferentes en las filas a personas bajo estas categorías. Se reportaron varios casos de personas que requirieron asistencia de paramédicos debido a estas circunstancias. Sin embargo, en un municipio se le otorgó turno preferente para votar a un candidato a alcalde, provocando el malestar del público presente. 
  1. En prácticamente todos los colegios hubo algún tipo de problema con las máquinas de escrutinio electrónico. 
  1. Las múltiples intervenciones de los funcionarios  ante  los  problemas  confrontados  con las máquinas interfería con el derecho a la absoluta secretividad del voto. 
  1. Máquinas llegaron con votos registrados. 
  1. En algunas unidades no llegó la lista de excluidos.
  1. El tiempo de votación en todas las etapas del proceso de entre cinco a seis minutos en promedio.
  2. A las 5:00 p.m. se podía observar la existencia de larga filas, en ocasiones integradas por cientos de personas sin votar. Existen constancias de varias escuelas donde pasadas 7:00 p.m. quedaban más decenas de electores que ya llevaban más de cinco horas en fila esperando para emitir sus sufragios. 
  1. Hubo evidencia de actividades de propaganda electoral en o alrededor de los colegios durante el periodo de votación. A las 5:00 pm se disparó un aumento de las actividades de proselitismo partidistas alrededor de las unidades electorales mientras todavía se seguía votando. 

El informe  incluyó recomendaciones   entre las que se destacan: 

  1. La máquina de escrutinio electrónico es una tecnología todavía nueva para el elector puertorriqueño. Su uso adecuado requiere una campaña extensa e intensa de adiestramiento de cómo votar. Sugerimos la ubicación permanente de máquinas en sitios públicos donde los electores puedan hacer contacto personal con ésta y practicar la mecánica de emitir el voto.
  2. La CEE debe explorar la adaptación del sistema a las nuevas tecnologías de las máquinas de escrutinio electrónico que pueden leer las papeletas en papel regular.
  3. Es necesario aumentar el número de unidades y colegios electorales y proveer más de una máquina por unidad colegio para evitar el embotellamiento de electores en los salones y las largas filas frentes a las escuelas en condiciones indignas para los electores.

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