El martes comenzaba una cuarentena en el norte de Grecia, que se sumaba a la creciente lista de países europeos que endurecían las medidas para contener el repunte de casos de coronavirus.
La rápida expansión del virus en todo el continente y la carga que suponía para los sistemas de salud hicieron que varios países impusieran nuevas restricciones, desde cierres parciales en Alemania a cuarentenas totales en Inglaterra que comenzaban esta semana.
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Los países también buscaban alternativas a los confinamientos generalizados, en un intento de adelantarse a un virus que ha asolado el planeta y causado más de 1,2 millones de muertes, más de 220.000 de ellas en Europa.
Alemania indicó que está comprando gran cantidad de pruebas diagnósticas de antígenos, que ofrecen resultados rápidos, en un intento de evitar la prohibición de las visitas en las residencias de ancianos y evitar la angustia que ese aislamiento supuso para internos y familiares en primavera.
Las residencias recibirán hasta 20 pruebas mensuales gratuitas por interno, que pueden utilizarse para hacer pruebas a los pacientes, empleados y parientes que vayan de visita y puedan ser portadores del virus del COVID-19 sin saberlo.
La prueba de antígenos detecta una proteína concreta del virus, aunque los expertos indicaron en primavera que es menos precisa que la prueba PCR habitual, que puede detectar incluso restos del virus.
En Gran Bretaña, el gobierno anunció un nuevo programa de pruebas diagnósticas en Liverpool, en el que se ofrecerán controles periódicos a cualquiera que viva y trabaje en la ciudad de 500.000 personas, en un intento de frenar los contagios.
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“Estas pruebas más avanzadas ayudarán a identificar a personas contagiosas que no muestran síntomas (…) para que puedan aislarse e impedir que el virus se extienda”, indicó el Departamento de Salud.
El ensayo en Liverpool, que tiene una de las tasas de contagios más altas de Inglaterra con más de 410 casos por cada 100.000 personas, está considerado como una prueba para un despliegue masivo de pruebas diagnósticas en toda Gran Bretaña. Inglaterra comenzará el jueves una cuarentena plena.
Desde el martes por la mañana, los vecinos de la segunda ciudad más grande de Grecia, Salónica, y la provincia vecina de Serres sólo podían dejar sus casas por una serie de motivos concretos y tras notificar a las autoridades por SMS.
Los vuelos internos e internacionales no esenciales a Salónica se cancelaron y los comercios, restaurantes, gimnasios, iglesias y centros de entretenimiento recibieron orden de cerrar durante las dos semanas de cuarentena, iniciadas a las 6 de la mañana.
También se impusieron restricciones más leves en la capital griega, Atenas, donde restaurantes, bares, cafeterías, gimnasios, museos y centros de ocio cerraron dos semanas. Sólo se permitía el deporte en solitario en espacios abiertos.
En todo el país, el gobierno griego impuso un toque de queda desde la medianoche a las 5 de la mañana, con el uso obligatorio de mascarillas al aire libre.
Grecia ha adoptado una estrategia por regiones para combatir los brotes, imponiendo medidas más duras en zonas con grandes repuntes y permitiendo que otras regiones sigan abiertas por completo.
El país impuso rápidamente una cuarentena en la fase inicial de la pandemia en primavera, una decisión a la que se reconoce haber mantenido bajas las cifras de muertos e infectados. Pero las tasas de contagios, muertes y enfermos graves se han disparado en las últimas semanas. El 60% de las camas de Cuidados Intensivos de las camas reservadas a pacientes de COVID-19 en el país estaban ocupadas.
