Irán registró el lunes otro récord diario de decesos por coronavirus, con 337 muertos.
El sombrío hito representa un aumento significativo con respecto al récord anterior de 279 muertes en un solo día. El Ministerio de Salud también anunció 4.251 nuevas infecciones, lo que eleva el recuento total a 534.630.
PUBLICIDAD
Las muertes se han disparado en las últimas semanas, mientras las autoridades luchan por contener la propagación del virus. Los funcionarios de salud dicen que la capital, Teherán, se ha quedado sin camas de cuidados intensivos.
La República Islámica se posicionó a principios de la pandemia como un epicentro mundial del virus y desde entonces ha visto el peor brote en el Medio Oriente, con un número de muertos que superó los 30.000 esta semana. El gobierno se ha resistido a un confinamiento total para salvar su economía devastada, de por sí debilitada por sanciones estadounidenses sin precedentes.
A medida que el número de muertos se dispara, las autoridades han comenzado a endurecer las restricciones. El gobierno ordenó cerrar escuelas y universidades recientemente reabiertas, así como museos, bibliotecas, salones de belleza y otros lugares públicos en Teherán a principios de este mes y es obligatorio usar cubrebocas al aire libre.
PUBLICIDAD
Altos funcionarios iraníes también se han enfermado de COVID-19, incluido un asesor del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y el funcionario a cargo del presupuesto y la planificación.
La pandemia ha resultado particularmente difícil para la economía iraní. La administración del presidente Donald Trump volvió a imponer sanciones económicas a Irán después de retirar unilateralmente a Estados Unidos en 2018 del acuerdo nuclear de Teherán con potencias mundiales. La moneda de la nación cayó a su nivel más bajo la semana pasada luego de la decisión de la administración estadounidense de incluir en la lista negra a los bancos iraníes que hasta ahora habían escapado a la mayor parte de las sanciones.