Estados Unidos acusó a seis antiguos y actuales oficiales militares rusos de tratar de infiltrar computadoras para desvirtuar las elecciones en Francia, las Olimpiadas de Invierno y diversos negocios y hospitales estadounidenses, de acuerdo con documentos del Departamento de Estado.
Los militares rusos, todos oficiales de la agencia militar conocida como GRU, están acusados de tratar de infiltrarse en el sistema de electricidad de Ucrania y en el partido del presidente francés Emmanuel Macron justo antes de las elecciones del 2017, y de tratar de impedir la investigación sobre el intento de envenenar a un exespía ruso y su hija.
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Los documentos revelados el lunes no acusan a los militares de tratar de interferir en las elecciones estadounidenses, si bien estos militares son miembros de la misma unidad acusada de orquestar la injerencia rusa en las elecciones de Estados Unidos en 2016.
El expediente de 50 páginas, presentado en un tribunal de Pittsburgh, menciona ataques que, según la fiscalía, buscaban impulsar los intereses geopolíticos de Rusia. Entre ellos está un ciberataque contra las Olimpiadas de Invierno en Corea del Sur del 2018, de las que Rusia estuvo excluida a raíz de la campaña oficial para dopar a sus atletas.
“Ningún país ha usado sus capacidades cibernéticas de manera tan maliciosa e irresponsable como Rusia, que descaradamente ha causado daño colateral en aras de conseguir ventajas tácticas pequeñas por puro rencor”, declaró John Demers, máximo funcionario de seguridad nacional del Departamento de Justicia.