La Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado programó el lunes una votación sobre la nominación de la jueza Amy Coney Barrett a la Corte Suprema, incluso aunque las audiencias de confirmación todavía no han terminado.
El presidente del panel, el senador republicano Lindsey Graham, programó una votación de la comisión para las 9 de la mañana del jueves 15 de octubre, el último día de audiencias. Se prevé que se vote la nominación de Barrett durante esa reunión y posteriormente se aplace una semana, de acuerdo con las reglas de la comisión.
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Si eso sucede tal como está previsto, la comisión procedería a votar la nominación el jueves 22 de octubre. Eso establecería un voto final de confirmación en el pleno del Senado para la semana del 26 de octubre.
Los republicanos se apresuran para confirmar a Barrett antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. A menos que cambien las circunstancias, se prevé que los republicanos cuenten con los votos necesarios para aprobar la nominación en la comisión y obtener la confirmación final en el pleno.
Durante la vista efectuada el lunes, Barrett presentó un enfoque de la ley como conservadora, mientras que los demócratas, incapaces de detenerla, la consideraron una amenaza para la cubierta de atención médica de los estadounidenses durante la pandemia de coronavirus.
Con su esposo y seis de sus siete hijos detrás de ella en una sala de audiencias fuera del alcance del público y alterada por los riesgos de COVID-19, Barrett expresó puntos de vista en desacuerdo con la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg, cuyo asiento el presidente Donald Trump se propone llenar, probablemente antes del día de las elecciones.
“Los tribunales no están diseñados para resolver todos los problemas o corregir todos los errores de nuestra vida pública”, declaró la jueza de la corte federal de apelaciones de 48 años, quitándose la máscara protectora que usaba la mayor parte del día para leer una declaración preparada.