Un grupo de residentes de Vega Baja buscará unirse a la demanda que presentaron en pasados días sus pares del vecino municipio de Vega Alta para recabar información sobre los aparentes excesos en la tala de árboles por parte de una compañía privada contratada como parte de un convenio entre el Departamento de Recreación y Deportes (DRD) y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
“Específicamente estamos reclamando la información, la data, todas las evaluaciones científicas que respaldan la tala de cientos de árboles en facilidades del DRD y (la Compañía de) Parques Nacionales para constatar si cumplieron con el trato y convenio para la poda de árboles afectados por el huracán María o que estaban enfermos. Aquí podemos apreciar un sinnúmero de árboles que han sido cortados en estas facilidades, como hemos visto en (el balneario) de Cerro Gordo (Vega Alta) y (la urbanización) San Demetrio la semana pasada. Queremos constatar cuáles son esas evidencias y por eso nos hemos unido a los reclamos que fueron adelantados por el alcalde de Vega Alta en representación de los residentes de Cerro Gordo”, sostuvo el representante por el distrito 11, Rafael “Tatito” Hernández, en una conferencia de prensa desde la urbanización Villa Real, en Vega Baja.
PUBLICIDAD
El legislador, cuyo distrito abarca Vega Baja, Vega Alta y Dorado, subrayó que el mecanismo de intervención solicitado se fundamenta en que la controversia trata sobre los mismos hechos, en referencia a la tala de árboles por parte de la empresa Debris Tech, con base en el estado de Mississippi.
Hernández señaló que, en el caso de la “masacre” acontecida en el balneario de Cerro Gordo, hace dos semanas, la compañía contratada por las agencias gubernamentales removieó cerca de 500 árboles, a pesar de que los permisos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) contemplaban la tala de apenas 14 árboles. Los secretarios del DRD y DRNA, Adriana Sánchez Parés y Rafael Machargo, respectivamente, han defendido el procedimiento, al plantear que las normativas de FEMA permiten revisar los estimados de los trabajos autorizados.
“De nuestra parte, censuramos lo que ha sido todo este proceso, donde no ha habido ningún tipo de comunicación con la administración municipal ni los residentes de estas urbanizaciones que han sido afectadas y donde se ha indicado que más comunidades se van a impactar. La pregunta es cuáles son esas comunidades, cuándo va a ser ese proceso, cuáles son las autorizaciones para llevar a cabo esas obras, esos desganches de árboles y los procesos de mitigación que van a realizar”, dijo, por su parte, el alcalde vegabajeño, Marcos Cruz Molina.
“Esto tiene un impacto directo en cada comunidad, no solo en términos de la calidad de vida de los residentes, sino en el aire… Tiene que haber progreso en nuestra ciudad y nuestro país, pero no puede ser a base de aniquilar los recursos naturales”, puntualizó el ejecutivo municipal.
Aracelys Mercado Pagán, vecina de la urbanización San Demetrio, dijo que pudo observar el pasado lunes la remoción de árboles en la zona recreativa, en un acto que describió como una “matanza”.
PUBLICIDAD
“He decidido llamarle así porque eran árboles sanos, nuestro pulmón, nuestra sombra, el área de jugar de niños y ancianos. Definitivamente no puede llevar otro nombre que no sea una matanza. Estamos aquí, como residentes, para solicitar que nos den respuestas. Necesitamos una respuesta y que nuestro parque sea reforestado”, expresó Mercado Pagán.
“No resta más que decir que la barbarie que cometieron estos seres humano en contra de estos árboles que estaban totalmente sanos, y si nos pusiéramos a enumerar (el impacto) de los errores u horrores que cometieron: anidaje, mitigación, sombra, sonido de árboles, oxígeno. Se dieron a la tarea de matar estos árboles en cinco minutos. Lo que le costó a la naturaleza vino el ser humano y lo mató en cinco minutos”, resumió Renaldo Córdova Ramírez, también residente de la urbanización San Demetrio.
Luz Crespo Otero, de la urbanización Villa Real, precisó que la tala en esa comunidad ocurrió el 24 de septiembre.
“Nos sentimos intimidados y alzo la voz porque declaro que esto ha sido un acto criminal, una masacre, falta de sentimiento y humanidad”, dijo Crespo Otero, al hacer un llamado a la reforestación inmediata de las áreas verdes de la comunidad.
El representante Hernández alertó que “crímenes ambientales” mediante programas de tala de árboles igualmente se están produciendo en partes de Aguadilla y Humacao.