La Casa Blanca asegura que los hospitales de Estados Unidos tienen todo el equipo médico necesario para combatir el coronavirus, pero su personal, los administradores de los centros de salud y la propia Administración de Medicamentos y Alimentos dicen que eso no es así.
La escasez de respiradores N95 y de otros equipos empezó en marzo, cuando la pandemia llegó a Nueva York. Hoy la cadena de abastecimiento sigue sin dar abasto “y en muchos casos las cosas están peor todavía”, según dijo la presidenta de la Asociación Médica Americana Susan Bailey en un reciente comunicado.
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“Siguen escaseando los N95”, afirmó Mike Schiller, de la Asociación Americana de Hospitales.
La principal razón es la escasez de un elemento fundamental en los respiradores: telas antivirus.
La Associated Press comprobó que al principio de la pandemia la Casa Blanca ignoró las advertencias sobre la futura escasez de estos tejidos y se tomó meses para firmar contratos con las firmas que los producen. Pero incluso hoy algunos productores dicen que el gobierno de Donald Trump no ha hecho la inversión necesaria para garantizar suministros a largo plazo.
El gobierno, por otro lado, dejó que se exportasen esos tejidos en vista de que los trabajadores de la salud estaban usando los mismos barbijos una y otra vez, una práctica considerada peligrosa.
Los fabricantes dicen que se exponen a sufrir grandes pérdidas si invierten en maquinaria, materiales, empleados y espacio para aumentar la producción de algo que va a tener demanda por un tiempo limitado, sin garantías del gobierno de que seguirá comprando sus tejidos cuando la pandemia empiece a diluirse.
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“No voy a decirle que vamos a garantizar compras en el 2021 o en la fecha que usted fije”, expresó el contralmirante John Polowczyk, quien dirige la fuerza de tareas a cargo de la Estabilización de la Cadena de Abastecimiento de la Agencia de Manejo de Emergencias. El funcionario niega que haya escasez de equipo.
Los fabricantes del N95 dicen que se pueden usar una sola vez y que deben ser descartados después de ver a cada paciente. Pero a raíz de la escasez, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dijeron al personal médico que los sigan usando. Por ello es difícil determinar qué tan seria es la escasez de barbijos y delantales para personal médico.
El asesor comercial de la Casa Blanca Peter Navarro también niega que haya escasez. En una entrevista en agosto dijo que su oficina está en condiciones de “enviarle a la gente lo que necesita”.
Directores de hospitales, no obstante, aseguran que no reciben los barbijos que piden y que la Administración de Medicamentos y Alimentos incluyó los N95 en su lista más reciente de equipo médico que escasea.
Mike Clark, ejecutivo de Hollingsworth and Vose, de East Walpole, Massachusetts, dijo que su empresa había triplicado su producción de tejidos antivirus. Pero tanto él como otros fabricantes se resisten a invertir grandes sumas.
Entre mediados de abril y principios de mayo, cuatro fabricantes de N95 –O&M Halyard, Honeywell, 3M y Holingsworth and Vose– recibieron 134,5 millones de dólares para aumentar la producción. El gobierno también aprobó sumas menores para NPS Corp. y Lydal para incrementar la producción de tejidos antivirus.
Pero el gobierno no ha restringido su exportación y los fabricantes estadounidenses siguen vendiéndolo al exterior.
Vendieron 40 contenedores de tejido antivirus y otro equipo, el 40% de los cuales fueron a Pakistán, según un análisis que hizo la AP de información de Panjiva, unidad que investiga la cadena de abastecimientos de S&P Global Market Intelligence. En el mismo período del 2019 se exportaron solo seis contenedores.