La perspectiva de una vacuna para proteger a los estadounidenses del coronavirus surgió el lunes como un tema de controversia en la contienda por la Casa Blanca luego de que el presidente Donald Trump acusó a los demócratas de “menospreciar” por conveniencia política una vacuna que él ha dicho en repetidas ocasiones que podría estar disponible antes de los comicios presidenciales programados para noviembre.
“Es muy peligroso para el país, lo que dicen, pero la vacuna será muy segura y muy efectiva”, prometió el presidente durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
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Trump hizo la acusación un día después de que la senadora Kamala Harris, la candidata demócrata a la vicepresidencia, dijo que “no confiaría en su palabra” acerca de tener lista la vacuna. “Confiaría en la palabra de los expertos en salud pública y de los científicos, pero no en la de Donald Trump”, señaló Harris.
Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia, amplificó los comentarios de Harris el lunes luego de que le preguntaron si se vacunaría contra el COVID-19. Biden respondió que se vacunaría “mañana”, pero que necesita ver qué tienen que decir los científicos.
El exvicepresidente señaló que Trump ha dicho “muchas cosas que no son ciertas. Me preocupa que si tenemos una vacuna realmente buena, la gente se mostrará reacia a vacunarse. Así que está socavando la confianza del público”.
“Si pudiera vacunarme mañana, lo haría. Si me costara la elección, lo haría. Necesitamos una vacuna y la necesitamos ya”, agregó.
Los dimes y diretes en torno a la vacuna contra el coronavirus se desarrollaron en momentos en los que los candidatos visitaron diferentes partes del país durante el feriado del Día del Trabajo, que representa el inicio de la carrera de dos meses hacia las elecciones. Harris y el vicepresidente Mike Pence tuvieron actos de campaña en Wisconsin, mientras que Biden viajó a Pensilvania. Trump añadió la conferencia de prensa a su calendario, que en un principio estaba en blanco.
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Harris comentó durante una entrevista con la cadena CNN transmitida el domingo que no confiaría en una vacuna de coronavirus si una estuviera lista para finales del año debido a que “hay muy pocas cosas que salen de la boca de Donald Trump en las que podemos confiar”. Argumentó que los científicos estarían “amordazados” porque Trump está enfocado en ser reelegido.
Trump rechazó sus comentarios y señaló que era una “retórica imprudente contra la vacuna” que estaba diseñada para restar valor al esfuerzo para tener rápidamente una vacuna para la enfermedad que ha provocado la muerte de casi 190.000 estadounidenses y contagiado a más de 6 millones, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
“Está hablando sobre menospreciar una vacuna para que la gente no crea que el logro es un gran logro”, dijo Trump, respondiendo a las preguntas de los reporteros mientras estaba de pie frente a un atril colocado en la puerta principal de la Casa Blanca.
“Dirán cualquier cosa”, manifestó.