Enfrentando críticas por los cambios operativos que han causado retrasos en el servicio postal, el nuevo director general de correos de Estados Unidos testificará el lunes ante un panel de la Cámara de Representantes que lo ha criticado duramente.
El sábado, la cámara baja aprobó una ley que revierte los cambios en las operaciones del Servicio Postal de Estados Unidos y otorga a la agencia una ayuda de 25,000 millones de dólares con miras a las elecciones de noviembre, periodo en que se espera un incremento del voto por correo debido a los temores por el coronavirus.
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Louis DeJoy testificó el viernes ante el Senado que su “prioridad número uno” es garantizar que el correo electoral llegue a tiempo.
Aún así, el director general de correos, un aliado político del presidente Donald Trump, dijo que no recobraría los recortes de buzones y equipo de clasificación que ya se realizaron. Tampoco ofreció a los senadores un plan para hacer frente al aumento de boletas electorales.
La congresista Carolyn Maloney, demócrata por Nueva York, quien preside el Comité de Supervisión y es autora del proyecto de ley de la Cámara de Representantes, dijo que DeJoy está usando los problemas fiscales con que ha lidiado por mucho tiempo el Servicio Postal como una excusa “para justificar los cambios generalizados y dañinos a las operaciones de la agencia. Y todos hemos visto los resultados: titulares a nivel nacional sobre retrasos de días y semanas, veteranos de guerra desesperadamente a la espera de sus medicamentos, equipo de clasificación arrancado y arrojado a la basura”.