París – Los países que en el verano tuvieron un respiro de los brotes de coronavirus ahora están registrando un rápido aumento en los nuevos casos, lo que está generando temor entre las autoridades de que lo logrado con meses de esfuerzos se perderá en cuestión de días al regresar a casa los turistas.
Nuevas restricciones en actividades recreativas acompañaron las últimas semanas de las vacaciones de verano en Europa. El gobierno italiano cerró centros nocturnos, exigió uso de mascarillas de las 6 de la tarde a las 6 de la mañana en lugares en donde personas se podrían reunir y comenzó a hacer pruebas a quienes llegaban de España, Grecia, Malta y Croacia.
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“Nuestra prioridad debe ser reabrir las escuelas en septiembre de forma totalmente segura”, dijo el ministro de salud italiano Roberto Speranza. Las escuelas están cerradas en todo Italia desde principios de marzo.
Las dos ciudades más grandes de Francia, París y Marsella, ampliaron las zonas en donde se requiere usar cubrebocas y el gobierno francés envió policías antimotines a la región de Marsella para vigilar que se cumpla con la orden.
En Grecia, funcionarios de salud atribuyen muchas infecciones nuevas a recepciones de bodas y a que las personas ignoran el distanciamiento social y otras medidas de protección mientras están de vacaciones. Las autoridades comenzaron a hacer revisiones a pasajeros de ferris que llegan de las islas.
En Líbano, los contagios han aumentado tras la explosión devastadora en el puerto de Beirut, lo que provocó que funcionarios médicos solicitaran el lunes una cuarentena de dos semanas. La explosión de hace dos semanas abrumó los hospitales de la ciudad y causó fuertes daños a dos que eran centrales en la atención de pacientes con COVID-19.
Un nuevo brote en la Auckland, Nueva Zelanda, provocó que la primera ministra Jacinda Arden retrasara cuatro semanas la elección nacional.
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En Corea del Sur, un pastor conservador, crítico del presidente, dio positivo al coronavirus, informaron el lunes las autoridades, dos días después de que participara en una protesta en contra del gobierno en Seúl que atrajo a miles de personas.
Más de 300 casos se han vinculado a la enorme iglesia del reverendo Jun Kwang-hun en el norte de Seúl, que se ha convertido en un enorme centro de infecciones mientras aumentan los temores de un brote masivo en la zona metropolitana de la capital.
En Sudáfrica, que lleva cinco meses con una de las cuarentenas más largas y estrictas del mundo, esas restricciones finalmente muestran señales de progreso. A partir del martes se reanudará la venta de licor y tabaco, y se permitirá la reapertura de bares, restaurantes, gimnasios y sitios religiosos.