El presidente estadounidense Donald Trump dio credibilidad a una intriga racista sobre la elegibilidad de Kamala Harris para aspirar a la presidencia, avivando una campaña de desinformación que se asemeja a la que usó para propulsar su ascenso en la política.
Hablando el jueves desde la Casa Blanca, Trump dijo a los reporteros que había “escuchado” rumores de que Harris, una mujer de raza negra nacida en Estados Unidos de padres inmigrantes, no cumple con los requisitos para ocupar la presidencia. El mandatario dijo que consideraba los rumores “muy serios”.
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Tal rumor es falso. Harris, quien fue elegida esta semana por Joe Biden como su compañera de fórmula en la candidatura demócrata por la presidencia, nació en Oakland, California, y es elegible para ser vicepresidenta y presidenta de acuerdo con los requisitos constitucionales. La cuestión ni siquiera es considerada compleja, de acuerdo con abogados que han revisado su situación.
“Basta, se terminó, punto final, signo de exclamación”, dijo Jessica Levinson, una profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Loyola. “Seamos honestos sobre lo que esto es: Se trata solamente de un tema racista que se repite cuando tenemos un candidato de color cuyos padres no son ciudadanos estadounidenses”.
Trump edificó su carrera política cuestionando la legitimidad de un rival político. Fue una fuerza importante detrás del llamado “movimiento Birther”, la mentira que cuestionaba si el presidente Barack Obama, el primer mandatario de raza negra del país, era elegible para ocupar la presidencia. Solamente después de una presión creciente durante su campaña de 2016 Trump desistió de tales afirmaciones.
Los comentarios que Trump hizo el jueves sobre Harris fueron a parar a una ventisca de otras aseveraciones falsas, racistas o sexistas desatadas en las redes sociales y sitios web conservadores luego de que Biden anunció la selección de Harris, la primera mujer de raza negra y la primera asiática-estadounidense en ser postulada a la vicepresidencia por alguno de los dos principales partidos del país. La campaña de información falsa está sustentada en falacias que han circulado sin recibir tanta atención durante meses, impulsadas por Trump y sus partidarios.