El brote de coronavirus en Melbourne, la segunda ciudad de Australia, se calmó el jueves tras un descenso en los contagios, aunque el primer ministro del estado pidió a la población que siga vigilante.
Daniel Andrews reportó 278 nuevos casos y ocho decesos, desde las 700 infecciones diarias registradas en el pico del brote, y apuntó que el descenso indica que las restricciones en Melbourne están funcionando, pero instó a los residentes a seguir respetándolas.
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En la vecina Nueva Zelanda, el primer brote comunitario registrado en más de tres meses aumentó a 17 pacientes el jueves y se espera que siga creciendo.
Las autoridades de salud seguían trabajando para rastrear el origen del foco, y la cuarentena impuesta en Auckland podría ampliarse más allá de los tres días anunciados inicialmente. Antes de la detección de los positivos a principios de semana, el país estuvo 102 días sin reportar casos de transmisión local. El resto de sus pacientes eran viajeros que pasaron una cuarentena tras regresar desde el extranjero.
Por su parte, Corea del Sur reportó 56 nuevos contagios mientras sigue registrando nuevos focos en sus principales ciudades. Las cifras anunciadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades aumentaron el total nacional de casos a 14.770, con 305 muertos.
Los nuevos casos locales en China ascendían a 8 el jueves, todos en la región noroccidental de Xinjiang, mientras que Hong Kong vio otro repunte en los contagios, con 62 en el último día, y en los decesos, con cinco más.
China registró otras 11 infecciones en ciudadanos que volvían desde el extranjero, explicó la Comisión Nacional de Salud.