El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo dijo el domingo que las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump sobre subsidios por desempleo son “risibles” y las consideró un episodio más de la fallida respuesta del gobierno federal al coronavirus, al tiempo que elogió a los neoyorquinos por un comportamiento responsable en gran medida que ha permitido reducir la tasa de infecciones en el estado.
El demócrata criticó particularmente el anuncio de Trump del sábado, en el que señala que los estados deben cubrir parte de los 400 dólares semanales de subsidios por desempleo.
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En conferencia telefónica, Cuomo dijo que el plan del mandatario posiblemente le cueste a Nueva York unos 4,000 millones de dólares.
“El concepto de decirles a los estados, ustedes pagan el 25% del seguro, es simplemente risible”, dijo Cuomo. “Es una imposibilidad. Así que nada de esto es real desde el punto de vista federal. Va a ser necesario solucionar esto”.
Dijo que no sabía si Trump era “sincero al pensar que la orden ejecutiva soluciona esto, o simplemente se trata de una táctica en la negociación. Pero esto es irreconciliable para el estado. Y anticipo que este sea sólo un capítulo más en el libro de malas gestiones del COVID por parte de Washington”.
En tanto, Cuomo elogió a los neoyorquinos por hacer disminuir la tasa de infecciones en todo el estado a un punto tan bajo que sólo el 0,78% de las 65.812 pruebas de diagnóstico que se realizaron el domingo resultaron positivas.
Dijo que los 131 individuos internados en unidades de terapia intensiva también representan la cifra más baja desde los primeros días de la crisis sanitaria.
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“Es una gran noticia”, declaró.
No todo es bueno, sin embargo, pues se anunciaron otros siete decesos.
Se reportaron cifras optimistas en el condado Nassau, que en la primera etapa de la pandemia en el país se vio muy afectado. La ejecutiva del condado, Laura Curran, informó que apenas 27 de las 5.314 pruebas de diagnóstico resultaron positivas el sábado, lo que representa un índice de casos del 0,5%.
Dijo que a pesar de que se reportó un deceso — el primero en dos semanas — únicamente hay 38 pacientes hospitalizados, 10 de ellos en cuidados intensivos y apenas dos conectados a respiradores.
Cuomo intentó mantener la presión sobre las autoridades locales para que hagan respetar las reglas que restringen las grandes concentraciones de personas en bares y restaurantes.
