Irán ha anunciado este viernes que desde este mismo sábado ningún extranjero podrá entrar al país a no ser que acredite una razón de peso, ante el aumento de los contagios de coronavirus en el marco de la desescalada.
El Ministerio de Sanidad iraní ha informado de que en las últimas 24 horas se han contabilizado 2.674 nuevos casos y 197 decesos, con lo que el balance de la COVID-19 en la República Islámica asciende ya a 304.204 personas contagiadas y 16.766 fallecidas.
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La portavoz ministerial, Sima Sadat Lari, ha precisado que, del total, 4.041 pacientes de coronavirus siguen en estado grave, mientras que otros 261.200 se han recuperado, de acuerdo con la agencia de noticias FARS.
El presidente iraní, Hasán Rohani, aseguró el jueves que la mayoría de Irán, a excepción de dos provincias, está dejando atrás el “pico” de la pandemia, si bien desde que en mayo se iniciara la desescalada se han detectado algunos rebrotes. El pasado martes, Teherán fue declarada “zona roja” por el aumento de los contagios.
En este contexto, las autoridades iraníes han anunciado que desde el sábado solo los extranjeros que tengan un motivo importante para entrar en Irán, como trabajo, podrán hacerlo, aunque tendrán que presentar un test con resultado negativo hecho en las últimas 96 horas en algún laborarorio acreditado internacionalmente, según señala ISNA.