HONOLULU — Hawai se preparaba para enfrentar un huracán que amenaza con azotar las islas con peligrosos oleajes, fuertes vientos y súbitas inundaciones, en momentos en que la población enfrenta un aumento en los contagios por coronavirus.
Las fuertes tormentas resultan familiares para gran parte de la población en Hawai que ha pasado varios veranos preparándose para ciclones tropicales. Sin embargo, la pandemia agrega un elemento nuevo.
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Luke Meyers, administrador de la Agencia para el Manejo de Emergencias de Hawai, exhortó a la gente a prepararse conociendo los peligros de la zona donde viven.
“Sabemos que habrá mucha agua, algunas partes van a reventar y derrumbarse”, declaró Meyers.
El Servicio Nacional de Meteorología emitió el sábado una alerta de huracán para la isla de Oahu, donde se ubica la ciudad más grande del estado, Honolulu. Un aviso de huracán estaba vigente para la Isla Grande y Maui.
Los vientos máximos sostenidos han bajado a 150 km/h (90 mph), lo que convirtió al meteoro el sábado al mediodía en un huracán Categoría 1. Se prevé que la tormenta se acerque a las principales islas hawaianas el sábado en la noche y cruce el estado el domingo y el lunes.
“Douglas mantiene una tendencia al debilitamiento gradual y lenta, que en sí es una buena noticia, pero la mala noticia es que este huracán va a pasar muy cerca de las islas aún si va perdiendo fuerza”, dijo Robert Ballard, director de ciencia y operaciones en el Centro de Huracanes del Pacífico Central. “Y esperamos repercusiones importantes en su punto de mayor aproximación o si toca tierra a su paso”.
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El gobernador de Hawai, David Ige, indicó que las autoridades anticipan lluvia, viento y marejadas en las costas orientales.
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“Sabemos que se está debilitando a medida que se acerca, pero todavía tendrá un impacto importante en cada isla”, afirmó Ige en una conferencia de prensa.
El alcalde de Honolulu, Kirk Caldwell, dijo en la misma conferencia que 13 albergues serán abiertos el domingo a las 9:00 de la mañana en Oahu, antes de que el huracán llegue a la isla entre el mediodía y la tarde noche.
La tormenta se ubicaba el sábado a 580 kilómetros (475 millas) al sureste de Honolulu.
El presidente Donald Trump emitió el sábado una declaración de emergencia debido al huracán a fin de disponer que asistencia federal complemente las acciones estatales y locales.
El coronavirus complicaba los preparativos de la Cruz Roja de Estados Unidos, que maneja los albergues de emergencia a nombre de los gobiernos locales.
Muchos voluntarios que habitualmente integran el personal de los albergues se están quedando en casa porque son personas mayores o tienen problemas de salud que los ponen en peligro de caer gravemente enfermos si se infectan del virus.