Como parte de los esfuerzos de hacer cumplir las reglas establecidas para evitar la propagación del COVID-19, el secretario del Departamento de Salud, Lorenzo González Feliciano, informó que hoy se ordenó el cierre de operaciones del restaurante Metropol de Barceloneta. Esto como medida cautelar, tras conocer sobre casos positivos a COVID-19 entre empleados y no tomar las medidas cautelares para evitar la propagación.
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“La administración de este establecimiento fue negligente, al solicitar que los empleados que arrojaron resultados positivos a pruebas PCR no divulgaran dicha información, lo que puso en riesgo la salud tanto de los demás empleados, como de los comensales. No vamos a pensarlo dos veces en tomar acción contra personas o comerciantes que no tengan respeto por la salud y pongan en riesgo la vida de otros”, afirmó el secretario.
La investigación realizada por el Departamento de Salud, reveló que el administrador del establecimiento tuvo conocimiento de que dos empleadas arrojaron positivo a pruebas moleculares. Del mismo modo y a sabiendas de que tenía dos casos positivos, no procedió a la desinfección necesaria para evitar la propagación del virus. Una vez los empleados tuvieron conocimiento de la situación, y tras varios días de reportados los casos positivos, se gestionó la realización de pruebas serológicas a estos, determinando que debían comenzar a trabajar, tras arrojar resultados negativos.
Como parte de dicha investigación, se indica que no se siguieron los protocolos de salud y seguridad, lo que puso en riesgo la vida de otros. Al momento, no se ha cumplido con las recomendaciones del Departamento de Salud, el CDC o PROSHA, sobre mantener en aislamiento y cuarentena a todos los empleados, dado que dos de ellos resultaron positivos. Ante estos hallazgos, el Departamento de Salud emitió una orden de cese de operaciones por cinco días, mientras se culmina la investigación. De no cumplir con el cese de operaciones, se podrá ordenar la imposición de sanciones económicas y/o el cierre permanente del negocio, así como la suspensión o revocación de la licencia sanitaria.
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Los protocolos establecen que una vez existe un solo resultado positivo en un establecimiento, es necesario que el mismo permanezca cerrado por, al menos, 24 horas, antes de iniciar los procesos de desinfección. Además, tras emitir la orden de cierre, se le exige al administrador o dueño del establecimiento que provea al personal de Salud el nombre y la información de todos los empleados que laboran en el lugar, así como los suplidores que hayan visitado el mismo. Del mismo modo, se exige el nombre de la compañía contratada para realizar el proceso de desinfección y copia del protocolo de reapertura para evitar los contagios de COVID-19.
“No estamos mirando el cumplimiento de las leyes a distancia; estamos vigilantes y tomando acciones certeras e inmediatas para hacer valer las mismas, en beneficio de la seguridad de la población. Esto no se trata de un asunto liviano; estamos hablando de la salud del pueblo de Puerto Rico y, con eso, no se juega”, concluyó González Feliciano, quien enfatizó que estas intervenciones se realizan en conjunto con los agentes del Negociado de la Policía de Puerto Rico y la colaboración ciudadana.