Tokio — El gobernador de la isla japonesa de Okinawa exigió el sábado por la noche a un destacado comandante militar estadounidense que tomara medidas de prevención más estrictas y fuera más transparente, después de que se informara a las autoridades locales de más de 60 casos identificados en los últimos días entre infantes de marina en dos bases estadounidenses.
Las autoridades de Okinawa reportaron el lunes un total de 61 casos, 38 de ellos en la Base Aérea Futenma de Infantería de Marina, que está en el centro de una disputa sobre reubicación, y otros 23 en Camp Hansen, documentados desde el 7 de julio. Los mandos militares estadounidenses dijeron haber puesto en cuarentena a las dos bases, añadieron las autoridades.
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Las cifras exactas sólo se revelaron tras reiteradas peticiones del gobierno de la isla a las Fuerzas Armadas estadounidenses.
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En una conversación el sábado por la noche con el teniente general H. Stacy Clardy, comandante de la III Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina, el gobernador, Denny Tamaki, exigió que los militares estadounidenses aumentaran sus medidas de prevención del virus, dejaran de enviar personal desde territorio estadounidense a Okinawa y aislaran las bases, además de ser más transparentes.
“Los ciudadanos de Okinawa están conmocionados por lo que nos dijeron (los militares estadounidenses)”, dijo Tamaki en una conferencia de prensa el sábado. “Es muy lamentable que los contagios se estén expandiendo con rapidez entre el personal estadounidense mientras nosotros los okinawenses hacemos todo lo posible por contener las infecciones”.
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“Ahora tenemos grandes dudas de que los militares estadounidenses hayan tomado medidas adecuadas de prevención de la enfermedad”, añadió.
Los marines indicaron en un comunicado el viernes que sus tropas estaban tomando medidas adicionales de protección para limitar la expansión del virus y que restringirían las actividades fuera de la base.
En Okinawa están más de la mitad de los aproximadamente 50,000 soldados estadounidenses destinados en Japón dentro de un acuerdo bilateral de seguridad, y los problemas relacionados con las bases causan tensiones con la población de la isla. Muchos residentes se quejan desde hace años de la contaminación, el ruido y la delincuencia asociados a las bases.
Okinawa ha reportado unos 150 casos del virus. En total, Japón ha identificado unos 21,000 casos y 1.000 muertes. Tokio registró el sábado más de 200 casos nuevos por tercer día seguido.