Los familiares de la estadounidense de ascendencia mexicana, Vanessa Guillén, no tienen dinero para costear los actos fúnebres de la soldado a quien encontraron desmembrada en una tumba clandestina en Houston, Texas.
El asesinato de Vanessa Guillen estremeció a todo el país luego de ser encontrada muerta tras desaparecer el 22 de abril mientras se encontraba en la base militar de Fort Hood, Texas.
Para recaudar poco a poco los fondos necesarios para su entierro, el noticiero Telemundo Houston informó que la familia organizó este sábado una barbacoa a la que familias del sur de Texas asistieron para ayudar en la encomienda.
“¿Cómo esto puede pasar en la milicia?”, expresó Carol Alvarado, senadora estatal de Texas, en entrevista con el noticiero. “Esto es Estados Unidos de América. Cosas así pasan en otros países, pero aquí no debe pasar”.
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Hace poco más de una semana, la abogada de la familia Guillen, Natalie Khawan, relató que la soldado de ascendencia mexicana perdió la vida a martillazos mientras se encontraba en la sala de armas en donde trabajaba.
Luego el asesino sacó el cuerpo de la base para transportarlo al terreno en el que lo desmembraría y lo enteraría, contó.
El principal sospechoso del asesinato de la soldado es Aaron David Robinson, quien posteriormente se suicidó tras ser interceptado por las autoridades. La joven de 22 años, Cecily Aguilar, igual ha sido acusada de conspiración por manipular pruebas.
Previo a su fallecimiento, Guillen compartió a su familia que había sido acosada sexualmente semanas antes por un sargento de la base – del que se desconoce su nombre. La base militar Fort Hood —en donde murió— ha hecho mutis al respecto.
La muerte de la saldado ocurre en un momento álgido en el que se busca que se reforme la policía estadounidense a raíz de la muerte del hombre afroamericano, George Floyd, a causa del racismo en el sistema estadounidense.
