WASHINGTON— Un tribunal federal de apelaciones falló el domingo que la primera ejecución federal en casi dos décadas puede efectuarse el lunes como estaba previsto.
El fallo del Tribunal Federal de Apelaciones del 7mo Circuito anula la orden de una corte de menor instancia que había puesto en espera la ejecución de Daniel Lewis Lee, de 47 años.
Estaba programado que Lee, de Yukon, Oklahoma, muriera por inyección letal el lunes en una prisión federal de Indiana. Fue declarado culpable en Arkansas por los homicidios del vendedor de armas William Mueller, su esposa Nancy y su hija Sarah Powell, de 8 años, cometidos en 1996.
La jueza de distrito Jane Magnus-Stinson falló el viernes en Indiana que la ejecución sería pospuesta por las inquietudes de la familia de la víctima sobre la pandemia de coronavirus, que ha provocado más de 135.000 decesos en Estados Unidos y está causando estragos en las prisiones a nivel nacional.
El Departamento de Justicia alegó que la orden de la jueza malinterpretaba la ley y le pidió al tribunal de apelaciones que sobreseyera el fallo de inmediato. La corte de apelaciones encontró que el reclamo de la familia de la víctima “carece de cualquier base legal defendible y por lo tanto es frívolo”.
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El Departamento de Justicia también alegó que, si bien la Agencia Federal de Prisiones ha tomado medidas para alojar a la familia e implementó protocolos de seguridad adicionales a causa de la pandemia, las preocupaciones de la familia “no son superiores al interés público de finalmente llevar a cabo la sentencia impuesta legalmente en este caso”.
Pero en un documento entregado a la corte el domingo, funcionarios del departamento dijeron que un miembro del personal involucrado en la preparación para la ejecución había dado positivo al coronavirus. El Departamento de Justicia dijo que el suceso no significaría una demora adicional en el calendario del gobierno porque el trabajador no había estado en la cámara de ejecución y no había entrado en contacto con ningún integrante del equipo especializado enviado a la cárcel para manejar la ejecución.
Los familiares viajarían miles de kilómetros y estarían presentes en una pequeña habitación donde el distanciamiento social recomendado para evitar la propagación del virus es prácticamente imposible. Actualmente hay cuatro casos confirmados de coronavirus entre los reclusos de la prisión Terre Haute, de acuerdo con estadísticas federales, y un reo falleció allí.
De todas formas, la familia prefiere que Lee no sea ejecutado. Le ha solicitado al Departamento de Justicia y al presidente Donald Trump que no se realice la ejecución, y desde hace tiempo pidió que mejor se le sentencie a cadena perpetua.