Este miércoles 1 de julio se conoció sobre la la masiva y misteriosa muerte de más de 350 elefantes al norte de Botswana, África. Esto sucedió durante los meses de mayo y junio. Así lo informó el diario británico The Guardian.
Se desconoce la causa de muerte de los animales, por parte de los científicos y del gobierno. Las principales hipótesis que manejaron es que podría haber sido un envenenamiento o algún patógeno desconocido. Aunque todavía no se ha analizado las muestras, testigos locales han afirmado que algunos elefantes fueron vistos caminando en círculos.
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El Dr. Niall McCann, director de conservación de la organización benéfica National Park Rescue, supuso una indicación de discapacidad neurológica:
“Si miras los cadáveres, algunos de ellos se han caído de bruces, lo que indica que murieron muy rápido. Otros obviamente mueren más lentamente, como los que deambulan”, puntualizó McCann.
Las autoridades locales también suponen que los elefantes murieron como consecuencia de la intoxicación por cianuro, una técnica comúnmente utilizada por cazadores furtivos en Zimbabwe.
La enfermedad ántrax, la cual se consideró la causa más probable de muerte, ha sido descartada. Ante este acontecimiento, se han generado críticas al gobierno por no proteger su recurso más valioso. De hecho, el mismo McCann se refirió a la muerte masiva como un “desastre de conservación” en África.
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