El gobernador de Texas Greg Abbott anunció que suspenderá la próxima fase de apertura en ese estado ante el aumento en los casos de coronavirus y hospitalizaciones.
Asimismo, detuvo las cirugías electivas en los condados más grandes de Texas en un intento por liberar camas de hospital después de que el número de pacientes ingresados con COVID-19 se haya más que duplicado en dos semanas.
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“Lo último que queremos hacer como estado es ir hacia atrás y cerrar negocios. Esta pausa temporera ayudará a nuestro estado a aguantar la propagación hasta que podamos entrar de forma segura a la próxima fase de reabrir la economía de nuestro estado. Pido a todos los tejanos poner de su parte para reducir la propagación de COVID-19 usando máscara, lavando sus manos regularmente y observando distanciamiento físico”, dijo el gobernador.
Texas se ha convertido en uno de los puntos críticos de la nación, informando más de 11,000 casos nuevos en los últimos dos días.
Al volver a imponer una prohibición de las cirugías electivas, Abbott está volviendo a una de sus primeras acciones cuando el virus surgió en Texas en marzo. Más tarde, rescindió la orden durante una reapertura agresiva del estado en mayo, que levantó las órdenes de cierre antes que la mayoría de los Estados Unidos.
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Esta semana, Abbott ha tomado un nuevo tono urgente sobre el empeoramiento de las tendencias y le está diciendo al público que deben quedarse en casa. El jueves, el número de hospitalizaciones aumentó a más de 4,700 pacientes, estableciendo un récord por 13º día consecutivo.
La prohibición de cirugía se aplica a los condados de Dallas, Harris, Travis y Bexar, que incluye las áreas de Dallas, Houston, Austin y San Antonio.
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