Las próximas semanas son fundamentales para controlar un preocupante aumento en los casos de coronavirus, declaró el martes el doctor Anthony Fauci ante el Congreso, y pidió a la gente que evite las multitudes y porte mascarillas unas horas antes de que el presidente Donald Trump acuda a un evento con jóvenes simpatizantes en Arizona.
Fauci y otros funcionarios de salud de alto rango dijeron que no les han pedido disminuir la cantidad de pruebas de coronavirus, en contraste con la afirmación de Trump la semana pasada de que había solicitado que se realizaran menos pruebas porque estaban revelando demasiadas infecciones. Horas antes, el mandatario dijo que no bromeaba cuando hizo ese comentario.
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“Haremos más pruebas”, prometió Fauci, director de enfermedades infecciosas en los Institutos Nacionales de la Salud, a una comisión de la Cámara de Representantes que supervisa la respuesta del gobierno a la pandemia.
Los funcionarios de salud pública de más alto rango pasaron más de cinco horas testificando ante la comisión en un momento complicado, en el que están aumentando los casos de coronavirus en aproximadamente la mitad de los estados y la polarización política compite con las recomendaciones de salud pública por la atención de los habitantes.
Fauci comentó a los legisladores que entiende el deseo contenido de regresar a la normalidad luego de que Estados Unidos ha comenzado a abrir la economía después de meses de confinamiento y negocios cerrados. Pero tiene que ser “un proceso gradual paso a paso y no desechar la cautela”, advirtió.
“Plan A: no vaya a una multitud. Plan B: si lo hace, asegúrese de portar una mascarilla”, afirmó Fauci.
Algunos repuntes inquietantes empeoraron el martes en varios estados. Arizona, Texas y Nevada registraron récords de casos nuevos de coronavirus en un día, y algunos gobernadores dijeron que sopesarán volver a implementar restricciones o postergar los planes para reducirlas con el fin de ayudar a frenar la propagación del virus.
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Arizona, donde Trump iba a pronunciar un discurso el martes en una iglesia de Phoenix, reportó el martes un aumento récord de casi 3.600 casos nuevos en un sólo día. El estado se ha convertido en un foco de infecciones de COVID-19 luego de que el gobernador Doug Ducey retiró las órdenes de permanecer en casa a mediados de mayo. La semana pasada permitió que las ciudades y condados requieran el uso de mascarillas en espacios públicos y muchos lo han hecho.
Texas superó la marca de 5.000 casos nuevos en un solo día por primera ocasión, días después de que rebasó 4.000 casos nuevos por primera vez, y en Houston, el hospital pediátrico más grande de Estados Unidos comenzó a admitir a pacientes adultos para liberar camas.
La tasa de infecciones en Texas se ha duplicado desde finales de mayo. Y Nevada superó un aumento récord de un día por cuarta ocasión en los últimos ocho días. Otros estados también están registrando repuntes inquietantes, incluyendo Luisiana, Utah y Carolina del Sur.
Otra tendencia preocupante es el aumento de infecciones entre los jóvenes. Fauci dijo que si bien el COVID-19 tiende a ser menos grave en este sector de la población, algunos de ellos sí enferman de gravedad e incluso fallecen. Y los jóvenes podrían ser más propensos a no desarrollar síntomas y aún así propagar el virus.
Si la gente dice: “’Soy joven, estoy saludable, a quién le importa’, debería preocuparse, no sólo por usted sino por el impacto que pudiera tener” en contagiar a alguien más vulnerable, señaló Fauci.
Unos 2,3 millones de estadounidenses se han infectado y aproximadamente 120.000 han fallecido, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins.
En tanto, Trump redobló sus comentarios sobre la cantidad de pruebas, los cuales han horrorizado a los expertos de salud pública, al tuitear: “Los casos están aumentando en Estados Unidos porque estamos realizando mucho más pruebas que cualquier otro país, y seguimos incrementándolas. ¡Con menos pruebas mostraríamos menos casos!”
