BAGDAD (AP) — Dos misiles hicieron blanco la noche del sábado en una base militar iraquí frecuentada por soldados estadounidenses al norte de Bagdad, sin causar bajas, informó el ejército de Irak, el tercer ataque de su tipo este mes y apenas días después que Washington y Bagdad iniciaron conversaciones estratégicas.
Los misiles Katyusha dieron en el Campamento Taji y causó daños leves, pero no heridos, aseguró el ejército iraquí en un comunicado. En marzo, dos soldados estadounidenses y uno británico perdieron la vida tras una lluvia de misiles lanzados contra la misma base, que por años ha sido utilizada como centro de entrenamiento.
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La primera sesión de las esperadas negociaciones estratégicas entre Estados Unidos e Irak iniciaron el jueves, y en ella se estableció una agenda para los próximos meses, que incluye la presencia de soldados estadounidenses en el país, las actividades de los grupos rebeldes ajenos al Estado y respaldados por Irán, así como la grave crisis económica de Irak.
En declaraciones a la prensa en Washington después de la sesión, el subsecretario estadounidense de Estado, David Schenker, dijo que Irak se había comprometido a “avanzar y cumplir con sus obligaciones” respecto de los ataques rebeldes contra la presencia estadounidense.
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El ataque del sábado al parecer puso a prueba este compromiso. El Comando de Operaciones Conjuntas de Irak señaló en un comunicado después del incidente que ha ordenado una investigación ”para descubrir a estas entidades que, a pesar de nuestras advertencias, pretenden debilitar a Irak”.
Un día antes del inicio de las negociaciones, un misil cayó a cientos de metros de la embajada estadounidense en la fortificada Zona Verde de Bagdad.