Chile cambió hoy, sábado, al ministro de Salud, Jaime Mañalich, en una semana marcada por la polémica en torno a la forma de contabilizar las víctimas por el nuevo coronavirus y en momentos en que el país sudamericano supera los 160,000 contagios. El médico Enrique Paris, expresidente del Colegio Médico, lo releva en medio de la pandemia.
Mañalich, quien llevaba dos días sin comparecer en el reporte diario sobre la evolución de la pandemia, sale de la cartera cuando las cifras de enfermos se han disparado hasta llegar a los 167,355, con 6,509 nuevos casos el sábado, y los muertos alcanzan los 3,101, incluidas las 231 nuevas víctimas reportadas en la jornada.
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En Chile tiene lugar una cuarentena total impuesta hace cinco semanas en el Gran Santiago, que incluye a la capital chilena y seis comunas en sus alrededores, pero que ha estado marcada por una gran movilidad de personas y autos en algunas zonas.
El cambio ministerial ocurre luego de las críticas a Mañalich tras establecer una nueva metodología para contar los muertos que no seguía las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, según los analistas. También fue cuestionado por no seguir los consejos de una mesa conformada con expertos de distintas áreas para enfrentar los desafíos del COVID-19.
“Esta nueva etapa de la lucha contra el coronavirus requiere un nuevo liderazgo, un liderazgo que se abra nuevamente al diálogo, que convoque más personas, que le dé frescura a la conversación y en ese sentido no he dudado un segundo”, en apartarse del cargo, afirmó Mañalich. “Es mi deber republicano dar un paso al costado”.
El mandatario Sebastián Piñera agradeció el “compromiso” y “entrega” de Mañalich y dijo al nuevo ministro de Salud, durante el anuncio del cambio, que le espera un duro reto. “Usted asume hoy día el liderazgo del Ministerio de Salud en tiempos muy difíciles y de mucha adversidad”, señaló.
“Enfrenta el inmenso desafío de cambiar profundamente la estrategia sanitaria hacia una de colaboración, transparencia y con medidas concretas para cortar la cadena de transmisión”, agregó.
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En México, mientras tanto, se iba a poner en marcha en dos días un nuevo plan para detectar probables casos de coronavirus en la capital del país, y unas 115,000 viviendas ya fueron visitadas por brigadas de salud, informó el sábado su alcaldesa Claudia Sheinbaum.
La Ciudad de México anunció en la víspera un plan de transición hacia la reapertura económica que contempla hacer un esfuerzo mayor para detectar contagios de COVID-19 con la realización de más pruebas. De acuerdo con las autoridades locales, se espera procesar unas 100,000 muestras diarias en la capital.
En el programa participan 126 brigadas que comenzaron a recorrer las 16 alcaldías de la Ciudad de México para llevar información sobre el nuevo coronavirus y en caso de ser necesario referir a la población a un centro hospitalario para hacer pruebas o realizarlas en el mismo lugar si la persona por algún motivo está imposibilitada para desplazarse.
Según informaron las autoridades, esas brigadas pueden realizar hasta 492 pruebas por día y pretenden llegar a 2.7 millones de casas en la capital, que hasta el sábado registraba 35,272 contagios y 4,401 decesos. En total, México tenía casi 140,000 infectados y poco más de 16,000 muertos.
En América Latina se han registrado más de 1.5 millones de contagios y más de 75,000 fallecidos.
El coronavirus ha infectado a más de 7.7 millones de personas y causado la muerte a más de 427,000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.