Fiscales en la Ciudad de México están investigando a varios médicos que presuntamente emitieron actas de defunción falsas para personas que podrían haber muerto a causa del coronavirus, informaron el viernes autoridades.
Ante el creciente número de fallecimientos por COVID-19 en México, aparentemente la necesidad de agilizar los entierros y cremaciones ha dado lugar a un mercado negro de actas de defunción. El viernes se reportaron 625 nuevas muertes por el coronavirus en el país, un descenso con respecto a las 1.092 del miércoles —el número más alto reportado en un solo día— y las 816 del jueves.
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Ahora regularmente se confirman más de 4.000 infecciones adicionales cada día en México, y la cifra total supera las 110.000, aunque las autoridades reconocen que el número real es mucho más elevado.
Al describir la investigación, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum afirmó que “había algunos médicos, sobre todo privados… que estaban involucrados en el cobro de estos servicios”, a pesar de que presuntamente las actas de defunción son gratuitas, pero en ocasiones el proceso para obtenerlas puede ser largo y lleno de trámites burocráticos.
“Vendían estos certificados cuando no debían hacerlo”, afirmó Sheinbaum.
Presuntamente al menos un empleado del gobierno capitalino y unos 10 doctores —ninguno de los cuales trabajaban en hospitales de la ciudad— participaron en el ardid, agregó la jefa de gobierno.
Hay indicios también de que los médicos podrían haber firmado las actas con causas de fallecimiento distintas a COVID-19 para cadáveres que nunca vieron o examinaron, aunque se desconocen los motivos, señalaron las autoridades.
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Los cuerpos habían estado acumulándose en hospitales en la Ciudad de México al agravarse la pandemia, y algunos parientes simplemente podrían haber querido que sus familiares muertos salieran de allí más rápidamente. Además, los cadáveres de personas que fallecieron por el coronavirus tienen que ser cremados o enterrados bajo normas más estrictas, por lo que algunas familias podrían haber pagado para obtener un acta falsa con el fin de ahorrarse eso, o el estigma social que el virus conlleva.
No se han presentado cargos en el caso.
No sería el primer escándalo en México de negocios alternos que han surgido por la pandemia.
En mayo, las autoridades hallaron 3,5 toneladas de desechos de hospital tirados ilegalmente en un bosque en las afueras de la Ciudad de México. Los funcionarios también descubrieron 4.500 metros cúbicos (6.000 yardas cúbicas) de desperdicios médicos atiborrados en un almacén en el estado de Puebla.
Mientras tanto, pilas de ataúdes descartados se han acumulado afuera de los abrumados crematorios de la Ciudad de México. Los incineradores especializados están sobrecargados por el torrente de equipo protector y de tejidos infecciosos que están produciéndose debido a la pandemia.
México sufre problemas generalizados con compañías no reguladas en los sectores de eliminación de desechos y de funerarias. Según el Senado, el 60% de las agencias funerarias en el país no están registradas o lo están parcialmente.