Con una temporada de huracanes que apenas comienza, el veterano rescatista y jefe de operaciones del Negociado de Manejo de Emergencias (NMEAD), Nino Correa, no titubeó al plantear que la isla está preparada en caso de que ocurra otro desastre natural aunque reconoció que el mayor reto de su equipo de búsqueda y rescate es alcanzar a las víctimas con celeridad.
“Lo que estamos viviendo [con el COVID-19] más lo que mencionan que puede suceder [con la temporada de huracanes] siempre va a estar en juego la preparación. Lo importante es que a lo mínimo sepas qué hacer”, sostuvo.
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El funcionario, quien cuenta con unos 18 años en la agencia como empleado de carrera, reconoció que las recientes emergencias de los terremotos en el sur y la pandemia del COVID-19 trastocan la preparación de la agencia, incluyendo aquella que tiene que ver con el equipo de búsqueda y rescate que dirige.
Correa mencionó que uno de los cambios en el personal de búsqueda y rescate es precisamente la utilización del equipo médico protector para todas sus misiones. Pese a las normas de distanciamiento físico, la coordinación de la respuesta —como lo fue en días recientes tras un accidente aéreo en San Juan— requiere la presencia de todo el personal para realizar una misión. “Dependiendo de la emergencia, no tan solo nosotros [el equipo de búsqueda y rescate urbano] y todo el que responda, la utilización de estos equipos de protección personal son esenciales”, señaló.
El equipo fijo de rescate que timonea Correa cuenta con unos ocho empleados y otros 42 —de diferentes agencias estatales y federales— que son activados para emergencias particulares. Ante esto, mencionó que a este equipo se les administra pruebas de COVID-19 mensualmente. Al momento, indicó que no han tenido casos.
Otro de los cambios que debe ser incorporado a la luz de la pandemia, es la utilización de estructuras para refugiados. En el área sur, por ejemplo, comentó que no podrán utilizar muchas de las escuelas de dicha región debido a los daños que sufrieron tras los terremotos de enero. “Con la situación del distanciamiento social pues provoca que tengamos que hacer un plan un poco más flexible para utilizar otro tipo de estructuras”, dijo. Para esto, explicó que podrían utilizar lugares como hoteles, moteles, centros comunales y canchas bajo techo para refugiar a las personas, y mientras mantienen el distanciamiento físico. Agregó que la agencia se encuentra insertando las guías de la Agencia federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) referentes a la pandemia al plan multiriesgo de la dependencia gubernamental.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología (SNM), la temporada de huracanes este año será más activa en comparación con años anteriores y que podría ver la formación de una 13 a 19 tormentas tropicales. De estas, tres a seis podrían convertirse en huracanes de mayor intensidad.
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Y aunque reconoció el problema de muchas viviendas en la isla—en las cuales aún muchas familias viven bajo toldos azules y casetas— aseguró que el mayor obstáculo de su equipo es llegar con prontitud a una situación de emergencia, especialmente en poblaciones más vulnerables como personas de edad avanzada y madres solteras.
“Ojalá uno pudiera llegar a todos los lugares con prontitud porque ese es el otro detalle. Ojalá uno pudiera saber donde quiera que haga falta y uno estar ahí lo más rápido posible”, planteó. “Pero si tenemos que meter las manos en el fuego, lo vamos a hacer”, sostuvo.
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