Varios países de Latinoamérica comenzaron el lunes a flexibilizar las restricciones a la industria, el comercio y el transporte pese a que siguen incrementándose los contagios del coronavirus, mientras persiste el debate entre paliar los efectos económicos de la pandemia y contener la propagación de la enfermedad.
En Colombia y con excepción de cinco ciudades comenzaron a reactivarse gradualmente en un 35% las actividades comerciales pese a que la cuarentena obligatoria rige hasta el 1 de julio.
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Bogotá, Cali, Barranquilla, Cartagena y Leticia, donde habitan aproximadamente 13 de los 50 millones de colombianos, seguirán en aislamiento estricto debido al aumento de casos de COVID-19.
La zona más afectada es Bogotá con casi 10.000 infectados de los 30.493 de todo el país y 280 del total de 969 fallecidos.
“No se permitirá la salida de las personas, sólo para compra de alimentos, medicamentos, emergencias médicas y trabajadores de la salud”, señaló la alcaldesa Claudia López.
El secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez, dijo a The Associated Press que “la gente tiene que tener muy claro que el coronavirus es un fenómeno que lejos de estar disminuyendo, está aumentando… no hemos llegado al punto máximo de la enfermedad y tenemos que seguir cuidándonos”.
Panamá -el país de América Central que más casos y decesos por coronavirus ha reportado- reactivó un segundo bloque de actividades que incluyen la construcción de obras públicas y la minería no metálica, al tiempo que alivió notablemente las restricciones de movilidad al quitar la cuarentena impuesta a fines de marzo.
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El gobierno asegura que se trata de regresar en etapas a una nueva realidad que evite el desplome de la economía del país de 4,2 millones.
“Pasaremos al segundo bloque para evitar el colapso económico y así preservar la paz social en equilibrio con la salud de la población”, destacó la ministra de Salud, Rosario Turner.
Era notable en la capital una mayor cantidad de gente desplazándose por las calles y en el transporte público, al que se le permitió trabajar al 60%. Las actividades deportivas y los cultos religiosos también están permitidos con un límite de personas de 25%, pero se mantiene el toque de queda entre las 7 de la noche y las 5 de la mañana.
Sin embrago, muchos ciudadanos temen que el relajamiento ocasione un desborde de la pandemia.
“Hay que cuidarse más que nunca porque viene lo peor, diría yo”, dijo a The Associated Press la profesora de matemáticas Velkis Chávez al salir de un supermercado capitalino.
Hasta el domingo Panamá había reportado más de 3.700 casos activos y más de 330 muertos.
Por su parte, el aeropuerto Mariscal Sucre de Ecuador reanudó las actividades con un vuelo nacional tras unos 80 días de paralización. El vocero de esa terminal aérea, Luis Galárraga, dijo a la AP que “sólo ha sido un vuelo, pero lo importante es el mensaje que se da, volar con seguridad. Las aerolíneas han anunciado más vuelos con más frecuencias esta semana”.
Agregó que el vuelo con destino a la ciudad de Loja, 677 kilómetros al suroeste de la capital, llevó 66 pasajeros, aunque la capacidad de la aeronave es de 120 personas.
Los viajeros pasaron severas normas sanitarias y controles de seguridad en el aeropuerto, donde les tomaron la temperatura y les exigieron distanciamiento social.
Nicolás Romero, vocero del aeropuerto de Guayaquil José Joaquín de Olmedo, afirmó que “los vuelos comerciales internacionales comenzarán el día 3 de junio con frecuencias diarias en algunos casos”.
Ese día Quito tiene previsto pasar del semáforo rojo -que implica el confinamiento y un toque de queda de 17 horas diarias-, a semáforo amarillo con normas más relajadas.
En Ecuador se han detectado más de 39.000 casos de coronavirus y más de 3.300 fallecidos.
Por el contrario en Argentina, donde se han reportado más de 16.800 casos y más de 500 decesos, las autoridades comenzarán a analizar la posibilidad de prorrogar la cuarentena que rige desde el 20 de marzo, con especial énfasis en la capital y su cinturón urbano, que concentran la mayoría de los casos de COVID-19.
La paralización de la actividad en el sector aéreo durante la cuarentena afectó a la estatal Aerolíneas Argentinas, que comunicó a sus empleados la suspensión por los meses de junio y julio de una parte de su personal debido a la disminución en su facturación.
“En este tiempo experimentamos una caída en nuestros ingresos del orden del 97%, quedando prácticamente sin otro auxilio financiero que los aportes que recibimos del Estado Nacional”, resaltó Aerolíneas en un comunicado.
No obstante, los vuelos especiales para traer de regreso a miles de argentinos varados en el exterior continuarán, así como las operaciones a China para traer insumos médicos.
En Chile, que ha aplicado cuarentenas móviles, un grupo de expertos de sociedades médicas afirmó en una carta pública al presidente Sebastián Piñera que éstas fracasaron, y reclamaron que se intensifiquen los testeos para ubicar, diagnosticar y aislar a los contagiados.
Chile marcó dos tristes récords al registrar por primera vez 5.571 contagiados y 59 decesos en un día, uno cada 24 minutos, lo que tiene a su sistema de salud bajo una exigencia máxima, especialmente en la capital. Hasta ahora se han registrado más de 105.100 contagios y más de 1.100 decesos.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, admitió que “el sistema de salud está extraordinariamente exigido” con un 95% de camas de uso crítico ocupadas.
En Guatemala, el ministro de Salud Hugo Monroy anunció que la cifra de contagios en el país alcanzó los 5.220 casos, más 116 personas fallecidas.
El lunes inició actividades la Comisión Presidencial Contra el Coronavirus convocada por el presidente e integrada por médicos especialistas en enfermedades contagiosas.
En América Latina se han registrado más de 996.000 contagios y más de 51.200 muertos.
A nivel mundial, el coronavirus ha infectado a más de 6,2 millones de personas y causado la muerte a más de 375.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.