Roma – Junio comenzó con el alivio de algunas restricciones impuestas debido al coronavirus en Asia y Europa: el Coliseo en Roma abrió sus antiguas puertas, el transporte se reactivaba en Bangladesh, los golfistas jugaban en Grecia, las clases reiniciaban en Gran Bretaña y los bares y restaurantes en Holanda recibían comensales.
Los países del mar Mediterráneo comenzaron tentativamente a iniciar una temporada de verano en la que los turistas podían disfrutar de sus famosas playas soleadas y al mismo tiempo estar protegidos por medidas de distanciamiento social.
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“Estamos reabriendo un símbolo. Un símbolo de Roma, un símbolo de Italia”, dijo Alfonsina Russo, directora del parque arqueológico del Coliseo. “Estamos reiniciando de manera positiva, con un ritmo diferente, con un turismo más sostenible, compatible con nuestras ciudades”.
Grecia levantó las medidas de cuarentena el lunes para hoteles, sitios para acampar, cines al aire libre, campos de golf y piscinas públicas, mientras que las playas y museos reabrieron en Turquía y los bares, restaurantes, cines y museos volvieron a la vida en los Países Bajos.
Una larga fila de visitantes enmascarados serpenteaba frente a los Museos de Vaticano, que incluyen la Capilla Sixtina, que reabrieron por primera vez en tres meses. Italia está ansiosa por reiniciar su industria turística, que representa el 13% de su economía.
Se aplicaron medidas estrictas de control de multitudes tanto en el Vaticano como en el Coliseo: los visitantes necesitaban reservas para visitar los puntos de referencia, les tomaron la temperatura antes de entrar y es obligatorio el uso de mascarilla.
La relajación holandesa del encierro tuvo lugar en un importante día festivo, lo que generó temores inmediatos de hacinamiento en populares centros turísticos de playa como Scheveningen, cerca de La Haya. Las nuevas reglas permiten que los bares y restaurantes atiendan hasta 30 personas adentro si mantienen el distanciamiento social, pero es necesario reservar con anticipación.
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Gran Bretaña, que con más de 38.500 muertos tiene la segunda peor cifra de muertes del mundo detrás de Estados Unidos, alivió las restricciones a pesar de las advertencias de los funcionarios de salud de que el riesgo de contagios todavía era demasiado grande.
Algunas escuelas primarias reabrieron en Inglaterra y las personas ahora podrían tener contacto limitado con familiares y amigos, pero solo al aire libre y con distanciamiento social.
En Asia, Bangladesh reinició los servicios de autobús, tren, ferry y vuelo el lunes, con la esperanza de que una reapertura gradual reviva una economía en la que millones se han quedado sin empleo. Los atascos de tráfico y las multitudes de viajeros obstruyeron Manila, mientras la capital de Filipinas adoptaba una apuesta de alto riesgo para impulsar la economía.
Se han reportado unas 6,18 millones de infecciones en todo el mundo y más de 372.000 decesos, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins. Se cree que la cifra real de ambas es mayor ya que muchas personas no fueron examinadas.
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